Una sonrisa incalculable por una caja de sueños

El pequeño Francisco, de 9 años, ya es el dueño del mando de su televisión. Aquella ante la que sueña y se divierte mientras olvida las interminables horas que debe pasar en la planta de oncología del hospital infantil. Sabía que el reposo después de una intervención iba a ser largo, por eso su principal ilusión era poder tener una “tele” moderna para ver sus programas preferidos, los dibujos animados y las películas más divertidas. El pequeño tuvo la oportunidad de poder transmitir su ilusión a la Asociación Pídeme la Luna. Una petición ante la que la “fábrica de los sueños” comenzó a funcionar a todo gas para sacar la mejor sonrisa del pequeño. “No hay nada más bonito y más gratificante que la sonrisa de un niño, sobre todo, cuando se siente protagonista de su propio sueño. Este es el caso de nuestro campeón Francisco”, expresa la presidenta del colectivo Marisol Escribano.

La sorpresa no se hizo esperar de forma que la representante de Pídeme la Luna sorprendió a Francisco en su habitación, junto con el payaso Bartolo que llevaba un gran paquete. “Cuando Francisco lo abrió... una maravillosa sonrisa llena de gratitud iluminó su cara, al ver cómo su sueño se hacía realidad, mientras que todos nos emocionábamos al verlo tan feliz”, manifestó Escribano, quien recuerda: “Hay muchos sueños por cumplir y que seguirán llevando a la Unidad de Onco-Hematología del Hospital Infantil la magia de unos momentos inolvidables que siempre nos dejarán el recuerdo de las sonrisas más bellas”.