Una de cal y otra de arena en Deán Mazas

Los hosteleros son unos de los grandes afectados por estas obras, pues la zona habitual de sus terrazas se vio invadida por máquinas y escombros. Por ello, se establecieron terrazas provisionales cerca de los locales, la cuales ya están en funcionamiento. Ana Gavilán, responsable de El Mercado, declara: “A día de hoy está perjudicando, luego no sabemos si esto será mejor o peor. Creo que la plaza sí que necesitaba un arreglo, sobre todo la carretera, y los jardines no estaban cuidados. Pero quizás no era necesario cortar los árboles”. Por su parte, otros locales hosteleros (que prefieren mantener su anonimato) piensan que las obras pueden venir bien para su negocio, ya que mejorarán las tomas de agua y le darán un aire nuevo a la zona, haciendo que quizás, sea más atractiva. La incertidumbre también se cierne sobre muchos jiennnenses, quienes todavía no saben qué opinar acerca de la reforma. Pero sí hay una cosa clara: no quieren que quiten ninguno de los árboles, así como el deseo unánime de que se mantenga la emblemática fuente de la plaza. Así, la controversia sigue determinando el proyecto. Las obras que levantaron los suelos y vistieron a los árboles de polvo en la mítica plaza de Jaén parece contar con más detractores que partidarios, pues muchos jienneneses, ya fueran de partidos políticos, asociaciones o ciudadanos, reivindicaron lo “innecesario” del proyecto. De hecho, así como un “muro de los lamentos”, las vallas que rodean las obras se han llenado de lazos negros y carteles de “despedida” o quejas. [P. G. P.]