Una botella cortada para combatir la falta de material
El médico José Miguel Camacho propone este artilugio para frenar al virus

Ante la escasez, ingenio. Esta virtud la posee José Miguel Camacho, médico almeriense pero con lazos familiares en Jaén. El personal sanitario viene reclamando en los últimos días la falta de material para prevenir el contagio del covid-19. De hecho, el 12% de los infectados en todo el país son sanitarios. La carencia de recursos como mascarillas FFP2, guantes, gafas protectoras o EPIS, sobre todo, ha generado conciencia en la sociedad jiennense, en líneas generales, y por eso les muestra su apoyo en todo momento, como en los aplausos que se celebran cada día a las 20:00 horas en los balcones.
Mientras las autoridades políticas anuncian la llegada masiva de recursos sanitarios, Camacho presentó en un vídeo un tutorial sobre cómo una botella de plástico cortada puede ser más que un elemento de protección, un contenedor de virus. El mecanismo es simple: cortar una botella de plástico por la mitad, adecuar los lados para no dañar las orejas y, una vez puesta, la sujeción es fija. “Además, lo bueno que tiene es que si tienes más botellas, no te tienes ni que molestar en reutilizarla, pero si no te quedan más, como es unipersonal, se puede limpiar con agua y jabón y reutilizar otra vez”, señala Camacho.
El confinamiento da para pensar muchas ideas y a Camacho se le ocurrió esta herramienta casera para protegerse del virus y la recomienda a todo el personal sanitario, pero también a todos los ciudadanos. “Es la única manera de que el confinamiento se haga efectivo, porque durante las semanas que dure esta situación no va a estar la gente sin salir, tendrá que hacer la compra cada tres días, por ejemplo; esa es la única brecha del confinamiento y esta herramienta, más que para protegerte, permite no contaminar”, detalle este médico-oftalmólogo, quien añade: “Si sales y piensas que no tienes el virus, puedes contagiar algún objetivo y si otra persona se contagia, la propagación no se detendrá”, asegura Camacho.
Sobre el confinamiento, el facultativo resalta: “Quedan pocas semanas de confinamiento, porque la gente explota y para que esta medida funcione, uno debe considerarse infectado y asumir que todo el mundo está infectado, de ahí que esta herramienta permite no contaminar y además, una vez que se salgamos de este estado de alarma, este pensamiento es una garantía de que se mantendrá el distanciamiento social”, sentencia este profesional sanitario natural de Almería.
Elementos caseros para ayudar a un personal sanitario que afronta una complicada situación a la entrada de una segunda semana que, como predijo el presidente del Gobierno va a ser muy dura y que pondrá a prueba la capacidad de sensibilidad de todos los españoles. En definitiva, una botella puede ser una solución, otra más, para frenar la propagación.