Un poco más cerca de llegar a la libertad

Un pasito más. Comienza una nueva semana en la provincia, pero poco tiene que ver con la anterior, Jaén se levantan en fase 2 de desescalada lo que implica diferentes objetivos, nuevos cambios en las normativas y, especialmente, menos restricciones en las vidas de sus ciudadanos lo que siembran la esperanza de acabar con una pesadilla de la que aún el país no ha despertado. Los días han dejado de ser un bucle y las calles y plazas de los municipios comienzan a emanar de nuevo la alegría que conlleva el trasiego de los quehaceres diarios, esos que tanto se echaban de menos y que se están conquistando de nuevo con cuentagotas.

Desde la jornada de ayer los grupos de familiares y amigos pueden circular en grupos de máximo 15 personas, siempre manteniendo la distancia social o medidas de protección, una muy buena noticia para las familias grandes que ya no tendrán que dividirse y, especialmente, para los adolescentes, que tienen la opción de salir con la pandilla al completo, aunque mucho cuidado con las imprudencias, pues la Subdelegación ya avisó de un “aumento de vigilancia para garantizar el cumplimiento de las normas”. Otra de las ventajas de la nueva fase es que las personas de hasta 70 años podrán realizar la actividad física no profesional en cualquier franja horaria, a excepción de la comprendida entre las 10:00 y las 12:00 horas, y entre las 19:00 y las 20:00 horas, que quedan reservadas a los mayores de 70 años. Una decisión que en el caso de la provincia se agradece debido a las temperaturas de los últimos días, propias del verano, pero que aun así no contenta a todos, pues hay sectores que preferirían “el fin de las franjas horarias” como ya pasa en los municipios de menos de 10.000 habitantes. Esta normativa afecta a 82 territorios de Jaén por lo que solo se aplica la anterior norma a 15 territorios: Alcalá la Real, Alcaudete, Andújar, Baeza, Bailén, La Carolina, Jaén capital, Jódar, Linares, Mancha Real, Martos, Torredelcampo, Torredonjimeno, Úbeda y Villacarrillo.

En cuanto a la hostelería, pueden reabrir al público los establecimientos de hostelería y restauración para consumo en el local, salvo las discotecas y bares de ocio nocturno, siempre que no superen el 40% de su aforo. Esta flexibilización era una de las más esperada pues son muchos los establecimientos en el caso de la capital que no cuentan con terraza y que por tanto no pudiera subir la persiana en la fase 1 y han tenido que esperar 15 días más. A pesar de ello, algunas de las cafeterías y bares de Jaén no se decidieron a retomar la actividad en la jornada de ayer, especialmente en zonas como las denominadas “tascas”, uno de los lugares más afectados por las restricciones de espacio. Los que sí volvieron a la rutina describen las primeras horas como “raras”, pues todavía hay ciudadano que no saben que están abiertos y otros que se ha acostumbrado a desayunar en casa y les cuesta retomar la rutina por lo que, por el momento, parece que los jiennenses “prefieren las cañas al café”. Otros sí que consideran “exitosa” la vuelta al trabajo con una clientela fiel que los esperaba con “muchas ganas”. En definitiva, un escenario similar al que se encontraban sus compañeros hace unos días, con cierta incertidumbre en cuanto a la respuesta de la ciudadanía, pero con altas expectativas de volver a la rutina.

Otro “regalo” que trae consigo la nueva fase es la posibilidad de pasear y transitar por la vía pública con toda la familia, pues hasta ahora solo se podía realizar con uno de los progenitores, por lo que fue común encontrarse a parejas con sus pequeños por algunas de las zonas verdes y el centro de la capital. Asimismo, la comunidad autónoma puede permitir en su ámbito territorial la realización de visitas a los residentes de viviendas tuteladas, centros residenciales de personas con discapacidad y a los destinados a personas mayores. En este aspecto, son muchas las residencias que abogan por la “prudencia” y por el momento prefieren esperar a la fase 3, aún sin haber tenido casos. Uno de estos ejemplos es el de la Residencia de Mayores Clínica la Inmaculada que no permite el acceso a las instalaciones por ahora. “Hay muchas ganas de reencontrarse, pero lo primero es la seguridad, aunque sí es cierto que en ocasiones nuestros residentes saludan a sus familiares desde la plata baja”, confiesa la directora del centro, Virginia Moreno.

Estas son algunas de los avances y alegrías que trae consigo dar un pasito más que lleva a la libertad definitiva ahora renombrada “nueva normalidad”. Eso sí, nada de ver a los vecinos de Granada, Córdoba o Almería y ni que decir de salir del sur, esto queda para las siguientes fases, pero tras tantos días de paciencia, el camino que queda por recorrer será sencillo para los habitantes de una tierra repleta de fortalezas que evidencian una valentía que hoy es más necesaria que nunca.