UGT tira de orgullo y unidad

Trece congresos ha celebrado la Unión General de Trabajadores (UGT) en Jaén. Sin embargo, este último, que acabó ayer por la tarde, estuvo inspirado en la unidad de un sindicato que pidió a sus militantes que se sientan orgullosos. “Con nosotros, la presunción de inocencia se la han pasado por el forro”, dijo la secretaria general de UGT Andalucía, Carmen Castilla, desde el atril para referirse a todo lo que le ha caído a la organización en los últimos tiempos.

Manuel Salazar se volvió a presentar y ganó. Pese a que la UGT contó con tres corrientes bien diferenciadas en el congreso federal, en Jaén primó la unidad. El secretario general fue el único candidato y revalidó el cargo. Además, aprobó la nueva ejecutiva, que gobernará la organización durante los próximos años. El congreso se celebró en el Centro de Convenciones de Jaén con una fotografía de Pablo Iglesias —“el bueno”, como lo definió el secretario general del PSOE, Francisco Reyes— que presidía el escenario con un gran ramo de flores. Pese a que era el último día de campaña, no se pidió el voto para partido alguno. Eso sí, las intervenciones se encaminaban hacia el cambio promovido por medio de la clase trabajadora.

Antes de los discursos se quiso rendir tributo a un militante de base de la Unión General de Trabajadores de Jaén que ha estado al frente de la organización durante los últimos 22 años. Cándido Méndez recibió un marco con un olivo de plata de manos de los tres últimos secretarios generales de la UGT de esta provincia, que son Bernabé Díaz, Manuel García Lázaro y Manuel Salazar.

Los tres coincidieron en la gran labor sindical de Cándido Méndez y en la cercanía. “Cuando fue elegido, votábamos por delegaciones. Yo, entonces, introduje el voto de la de Jaén y me sentí muy orgulloso de votar a uno de mis militantes”, recordó Bernabé Díaz. “Es un hombre con tanta capacidad que fue capaz hasta de traerse al presidente del Gobierno a Jaén para comer en un pueblo de la sierra”, recordó Manuel García Lázaro en alusión al almuerzo de José Luis Rodríguez Zapatero cuando salió elegido. “Vine a Jaén con seis años. Me siento de aquí y todo lo que he sido se lo debo a la UGT. Esta organización tiene unos valores intocables que han de permanecer siempre gracias a la lucha de la clase trabajadora, que es honrada e inteligente”, dijo Cándido Méndez.

Manuel Salazar elogió a Cándido Méndez: “Soy un privilegiado por tenerlo tan cerca. Hablar con él resulta muy sencillo, por lo que hemos querido hacerle este acto que se sustenta en el cariño y el afecto que le tenemos”. El alcalde, Javier Márquez, abogó por incrementar el trabajo para mejorar la preparación de las próximas generaciones: “Parece que se tiende a la desaparición de muchos empleos, salvo que tengan un carácter creativo. Ahí es donde tenemos que hacer hincapié”.

El presidente de la Diputación, Francisco Reyes, bromeó con Cándido Méndez al recordarle que el olivo que le han dado —el de plata— no tendrá ayudas porque la última reforma deja a los agricultores que tienen muy pocos fuera de la PAC. “Os pido que trabajéis para defender los derechos, que no tienen escritura y, en cualquier momento, se pueden perder”, indicó. El subdelegado del Gobierno, Juan Lillo, habló del trabajo, con la coherencia de UGT, para generar empleo de calidad, mientras que el consejero de Fomento, Felipe López, definió a los sindicalistas como “personas que mantienen un compromiso con la igualdad desde el diálogo y la reivindicación”. El presidente de la CEJ, Manuel Alfonso Torres, y el secretario general de CC OO, José Moral, también dieron ánimos al sindicato.