Tomar el sol no siempre sale bien

La fitofotodermatosis es una de las reacciones a la radiación solar que más afecta a los agricultores

14 ago 2019 / 11:17 H.

Vuelta de la playa, cargado con las sombrillas, la nevera y luciendo una nueva pulsera con la imagen de un delfín comprada en el puesto junto al chiringuito. Y, entonces, unas pequeñas ronchas rosadas en la parte alta del torax aparecen y empiezan a picar, bastante. ¿La causa? Puede que este sea un caso de fotosensibilidad. Una reacción alérgica donde se ven envueltos un agente externo, una crema habitualmente, y la exposición directa a los rayos UVA.

Los meses de verano vienen acompañados de ropas más ligeras con más partes de la piel expuestas al sol y, en ocasiones, con la aplicación de productos sobre la dermis que pueden causar efectos adversos en la misma. Según explica Darío Antolín, secretario de la Sociedad Española de Alergología, la fotosensibilidad se puede producir por diferentes agentes, los más frecuentes: las cremas, los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) o por los filtros ultravioletas de los protectores solares. Una reacción que tiene, además, una frecuencia desconocida. Es decir, que no tiene una periodicidad fija y que puede afectar a cualquier tipo de persona. Aunque Antolín apunta que, normalmente, suelen ser las mujeres de entre 20 y 30 años las que sufren este tipo de enfermedad.

Junto a la fotosensibilidad, en Jaén es bastante común encontrar casos de fitofotodermatosis, una reacción en la piel provocada por la acción de sustancias fotosensibilizantes derivadas del contacto con determinadas plantas. Manuel Alcántara, facultativo especialista de Alergología en Jaén, explica que es habitual que los agricultores jiennenses sufran este tipo de casos. Como ejemplo expone: “Van a coger higos y, cuando la savia se impregna en la piel y le da el sol, les sale una erupción que a veces aparece incluso como ampollas”.

El tercero de los casos más comunes, y el que más se registra, es la fotodermatosis, conocida popularmente como “alergia al sol”. “Esta comprende un amplio grupo de procesos patológicos que se basan en un respuesta de la piel anormal y que se agrava por la exposición a una radiación del sol o una fuente artificial de luz”, señala Antolín. El especializa detalla que la fotodermatosis es una enfermedad rara, pero hay veces que pueden suceder más frecuentemente en forma de erupción polimorfa lumínima, la más frecuente en los países occidentales y en España. Con ello, Darío Antolín indica que en Andalucía esta enfermedad tiene una prevalencia del 20% en la población y que afecta más a los adultos que a los niños, en concreto, también se encuentra más en mujeres jóvenes entre la segunda y la tercera década de la vida. Así, la fotodermatoris se caracteriza por brotes repetidos de lesiones que producen picor tanto en la cara como en el cuello, así como en la parte superior del torax, los antebrazos y la parte anterior de las piernas. “Habitualmente en climas templados como el español y andaluz empeoran al comienzo de la primavera y mejoran a medida que la estación soleada avanza”, remarca Antolín. Tanto la fotosensibilidad como la fotodermatosis están estrechamente relacionadas. Sin embargo, hay algo que las diferencia enormemente. Mientras que la primera se produce con una periodicidad desconocida, la fotodermatosis se presenta como algo más crónico en la persona.

Ambos especialistas, Antolín y Alcántara, coinciden en que la mayoría de estos casos apenas llegan al área de Alergología, ya que la mayoría son derivados a Dermatología. Cristina Garrido, dermatóloga del Hospital Universitario de Jaén, afirma tal consideración, aunque detalla que se suelen quedar en Urgencias. De hecho, subrayó que en el centro jiennense, mientras ellas trabajó en Urgencias, trató numerosos casos de erupción polimorfa lumínica.

Consejos para no sufrir daños

Entre las numerosas recomendaciones que ofrecen los profesionales para evitar sufrir una reacción de fotodermatosis al inicio de la primavera, está la de no salir a las horas en las que el sol está más alto, es decir, al mediodía y las primeras de la tarde; utilizar protección solar adecuada al fototipo de piel y, además, llevar gorra y gafas de sol que protejan el rostro de los rayos solares.

La urticaria solar puede ser inmediata

La reacción fotoalérgica es un tipo de reacción de hipersensibilidad retardada en la cual se requiere tanto del fotoalérgeno como de la onda de radiación activante, que son los rayos UVA. Aunque, en ocasiones, puede ser mediada por un mecanismo de hipersensibilidad inmediata, produciendo ronchas en áreas expuestas al sol de forma rápida, dando lugar a la urticaria solar.