Solemnidad y devoción en una velada de tradición y esperanza en Jaén

Fieles apasionados veneran a Nuestra Señora de las Mercedes en La Alcantarilla

05 oct 2024 / 12:13 H.
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Pasadas las 21:00 horas y cuatro días después de lo previsto por inclemencias meteorológicas, pero desde la intimidad de su capilla y custodiada por la silenciosa expectación de decenas de sus fieles y devotos vecinos, Nuestra Señora de las Mercedes pudo despedirse por unos instantes de la cristalera que habitualmente permite a los transeúntes mostrarle sus respetos en la calle Pilar de la Imprenta del vetusto barrio de La Alcantarilla para realizar al anochecer un recorrido de pasión y fe otrora olvidado.

Apenas unos metros de procesión cargados de liturgia y oración bajo la atenta mirada de sus fieles en un marco tradicional e incomparable: un sendero delimitado por artesanos arcos de madera forrados de papel de seda a base de faldillas, recuerdo de un pasado más próspero y testigo efímero del rezo del santo rosario con motivo de la festividad de la Virgen, pero también de la resurrección de su advocación.

Un camino recorrido con solemnidad y admiración hasta llegar al altar preparado especialmente para ella al final de la calle jiennense, construido también por sus jóvenes devotos a imagen y semejanza de aquel que la cobijó allá por 1862 para la visita de la Reina Isabel II, aquella vez en la calle Bernabé Soriano con más lujo y pomposidad que ahora.

Todos los honores y homenajes, independientemente de su estilo y parafernalia, para una de las imágenes más antiguas de la capital, cuyos orígenes se remontan al obispado de San Pedro Pascual en el siglo XIII pero se difuminan en el tiempo hasta desdibujarse hace algo más de un siglo, con la misión de lograr el resurgir de su devoción, de su fe y de las tradiciones y elementos perdidos de Jaén.

Rodeada de vítores, exclamaciones y todo tipo de expresiones de amor, acompañada por los sones y compases del Coro Romero Jacaranda, e iluminada por los tenues haces y las sugerentes sombras del fuego, la Virgen de las Mercedes fue venerada entre los angostos e intrincados muros del casco antiguo para algarabía de sus creyentes y del legado cultural y espiritual de su barrio. Un vecindario revitalizado por esa fe inquebrantable, por una comunidad irreductible, empeñada en hacer realidad sus anhelos más profundos, en retomar del olvido y poner en el sitio que merece una tradición desterrada hace un centenio como el culto a Nuestra Señora de las Mercedes.

Para Hugo Aguilar García acudir a la cofradía todos los días es muy bonito sobre todo porque lo comparte con sus compañeros. Carlos Aponte Sánchez comentó que la procesión simboliza la unión de un barrio muy bonito, donde la gente consigue cosas magníficas y con un significado grandísimo hacia Dios y su imagen. Por su parte, José Antonio Carrasco Hidalgo dijo: “Tocar con el coro para Nuestra Señora de las Mercedes tiene un significado muy profundo para mí, es un honor y un privilegio enorme”. Además, el joven Juan Jesús Berrio Ramos añadió : “Han sido unos días duros de trabajo, sacrificio y esfuerzo, pero han tenido recompensa después de poder ver a nuestra reina bajo sus arcos”. Y por último, Ainara Arias Sánchez explicó que se acercó al grupo para colaborar, y desde entonces ha sentido y vivido momentos muy especiales junto a la Virgen de las Mercedes”

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