Piden la aplicación del tercer grado concedido a un interno

La Audiencia acordó el régimen de semilibertad para M. L. R. en septiembre

18 nov 2019 / 11:02 H.

La Audiencia Provincial de Jaén resolvió la concesión del tercer grado al interno Miguel L. R. con fecha de 24 de septiembre. No obstante, el recluso aún se encuentra en el Centro Penitenciario de Jaén y su familia no comprende por qué todavía no se aplica la resolución.

En el documento, al que tiene acceso este periódico, se expone que el preso en cuestión cumple con las condiciones para que se le conceda el tercer grado y, además, se acuerda la concesión del mismo. En esta línea, el interno manifiesta que inició una huelga de hambre a modo de protesta y con la única intención de acelerar el proceso que lo llevara al estado de semilibertad. Incluso, tal y como apuntan fuentes cercanas a Miguel L. R., llegó hasta el punto de amenazar con “coserse la boca”.

En documentación aportada a Diario JAÉN, queda patente el buen comportamiento del preso, lo que le hace “merecedor”, según la citada resolución, del tercer grado penitenciario. Estas son, principalmente, las razones que motivan la incomprensión tanto de su familia como de su propia abogada e incluso él mismo sobre por qué no se ha aplicado aún la resolución de la Audiencia de Jaén.

Según fuentes penitenciarias, este régimen de semilibertad que se ha concedido consiste en que se sale de prisión los viernes por la tarde y se debe estar de vuelta los lunes. Sin embargo, lo que quiere Miguel L. R., según su abogada y familiares, es salir diariamente para trabajar en un taller del que es propietario, tal y como queda reflejado tanto en la vida laboral del preso como en documentación aportada por familiares cercanos.

No obstante, desde la sección sindical de la Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (Acaip) de la cárcel de Jaén indican que el interno “no cumple” todos los requisitos para que salga en las condiciones que propone, ya que “no tiene contrato laboral”. Así, como afirman las mismas fuentes, hay diferentes modalidades que se incluyen en el tercer grado. Una, la más común, es la mencionada anteriormente, pero aseguran que lo que Miguel quiere no es viable. ¿Los motivos? Que no dispone de contrato laboral vigente, a pesar de que él quería darse de alta como autónomo, según el sindicato de Acaip. A esto se le suma la deuda que tiene contraída en el taller, que el interno cifra en 30.000 euros y que es otro motivo más que lo aleja de salir de la cárcel para trabajar.

DE VUELTA A GRANADA. Otro de los asuntos que preocupa a Miguel y su familia más cercana es que se prevé el traslado del recluso, de nuevo, al Centro Penitenciario de Albolote, en Granada. Él cumplía ya condena allí tras ser arrestado por varios delitos, el último de ellos, según ha podido saber este periódico, el de detención ilegal. Fue entonces cuando ingresó en el Neurotraumatológico de Jaén, por lo que no pudo ir a firmar al Centro de Inserción Social (CIS) de Granada, circunstancia que él mismo demostró, pero que le costó la regresión al segundo grado, ya que reconoció llevar una semana viviendo en la calle y dio positivo en consumo de cocaína. Ahora, se pide su vuelta al centro granadino.