Peluqueros y esteticistas, contra la presión fiscal
Aumentan en la provincia los casos de sinergias entre profesionales para hacer frente a la competencia desleal

Es una suerte de convenio que tendrá más presencia con el paso de los meses. Peluqueros y esteticistas se retroalimentan para asegurar la supervivencia de dos sectores mermados por la subida del IVA y la competencia desleal.
La Asociación de Autónomos Peluqueros y Esteticistas (APES) de Jaén especifica a este periódico que la fórmula más convencional es que el profesional esteticista acuda a una peluquería de un compañero para ofertar sus servicios de forma puntual. “Por ejemplo, un especialista en fotodepilación se desplaza a un salón de belleza para trabajar unos días determinados”, explican desde el colectivo. El objetivo es sencillo en términos puramente económicos: reducir costes y optimizar los recursos. El producto paradigma de la conexión entre unos y otros son las uñas. “Es un servicio que ofrece mucha variedad y que en verano se oferta más”, dicen.
Posibilidad. La complicidad entre ambos campos propicia una ventana abierta a un trabajador menos común: el autónomo que trabaja sin sede física. “Este fenómeno es muy interesante, porque el profesional que se desplaza se evita la inversión en un establecimiento. Al mismo tiempo, cotiza como cualquier emprendedor”, enfatizan desde la asociación, y aclaran que esta vía tiene cobertura indudablemente legal.
La APES, que nació en 2007 pero que se reactivó en el año 2011, considera que la cooperación es imprescindible para el futuro de ambos sectores. Lejos de los estereotipos de la competitividad, el colectivo considera que la sinergia ahonda en la fidelidad de la clientela. “Pretendemos que el pequeño comercio subsista y que podamos ofrecer todos los servicios que ya hay y estar al tanto de futuras opciones”, concluyen. Cuestión, pues, de adaptación.