Ocho funcionarios en cuarentena

Situación de riesgo en un servicio de máxima seguridad. Ocho funcionarios del Centro Penitenciario de Jaén se encuentran en cuarentena por coronavirus, al haber tenido contacto con personas contagiadas, según se ha confirmado a este periódico. El contacto se habría producido fuera de la prisión y los funcionarios al saber que habían tenido relación con contagiados lo comunicaron a la dirección del centro. Desde Acaip-UGT confirman este punto, pero salvo estos compañeros, sostienen que la totalidad de la plantilla trabaja en este servicio esencial. El sindicato exige que se hagan los test a estos trabajadores cuanto antes al ser el servicio que prestan esencial. A raíz del decreto del estado de alarma, en la prisión se han suspendido todas las comunicaciones en locutorios y los vis a vis. El representante de Acaip-UGT, Pablo Viedma, asegura que el domingo se permitieron, no obstante, algunas comunicaciones con los familiares que se acercaron a la prisión. Desde el sindicato se criticó este hecho y no tanto por las comunicaciones en sí que se hacían a través de mamparas, sino por las propias aglomeraciones de familiares que estaban prohibidas según el decreto. De hecho, según denuncian, el primer protocolo recibido no casaba con las exigencias del propio decreto. En este aspecto, Pablo Viedma, que es secretario nacional de comunicación del sindicato, critica a la dirección general, a la secretaria general de Instituciones Penitenciarias y a las direcciones de los centros por no mirar por la salud de sus trabajadores. Confirma que se ha puesto a disposición de los funcionarios geles y guantes, pero con las mascarillas hay problemas en el suministro. “Sabemos que hay un stock en la prisión de unas 1.200, pero solo se han utilizado cerca de 200, es mejor repartirlas antes de que la situación empeore. No es de recibo que los presos que volvieran de permiso no fueran recibidos por el personal con mascarillas”, agrega. De hecho, el pasado sábado con las comunicaciones habituales y previstas con los familiares tampoco tuvieron mascarillas. De igual forma, se critica duramente que, una vez que se han suspendido actividades y comunicaciones, se permitiera salir al polideportivo a un módulo entero. “Presentamos un escrito de queja ante la dirección para que anule esta medida, no pueden estar 30 o 40 presos haciendo ejercicio, sudando, estornudando e impregnando todas las máquinas y luego que venga otro módulo distinto a utilizar las instalaciones. Es lógico que salgan al patio, pero no al gimnasio”, aclara. El protocolo una vez que regresan presos con permisos es que pasen catorce días en un módulo en cuarentena. Ante la posibilidad de que comiencen a surgir conflictos entre la población reclusa, diversos expertos consideran que al margen de las situaciones personales, cuando cesa el flujo de droga que entra en la cárcel el aumento de las tensiones aumenta.

Aunque la rutina estos días era tranquila, ayer, sin embargo, un preso agredió a un funcionario, al parecer sin mediar discusión alguna, en el módulo 5 del centro penitenciario. Según pudo saber este periódico, el trabajador tuvo que ser trasladado a una clínica en la capital para tratarlo de varias contusión que le causaron, al menos, la rotura de una ceja.