Nueve años del tren de la nieve
Las infraestructuras ferroviarias siguen igual después de un viaje de película
Mañana se cumplen nueve años de un inexplicable viaje en tren. Fue el segundo domingo de enero y, al igual que ahora, Jaén estaba en alerta por una ola de frío. El ferrocarril era el mismo de ahora. En cambio, una importante nevada hizo que el tren de media distancia que unía Jaén con Madrid tardara más de 13 horas en hacer su trayecto. Es casi el triple de lo que tarda un tren AVE en partir desde la estación de Córdoba y llegar a Barcelona y cinco veces más de lo que tarda un sevillano en llegar hasta Madrid.
Entonces, un equipo de Diario JAÉN viajaba en ese tren y pudo presenciar cómo 250 personas se quedaban atrapadas dentro de los coches y pasaban 13 horas sin agua y alimentos. Cómo había estudiantes que llamaban a taxis para intentar llegar al aeropuerto porque partía su avión hacia Polonia y cómo otros pasajeros contaban los kilómetros que les quedaban para llegar porque tenían citas en consultas médicas. En cambio, no fue un tren aislado. El que ese día unía Jaén con Cádiz ni siquiera pudo continuar la marcha. Generalmente, siempre se suele culpar al temporal, pero, más bien, se debe a un fenómeno inesperado —como una importante nevada— que trastocó un sistema ferroviario que se gestó en el siglo XIX y que se ha sometido a arreglos e inversiones puntuales —a lo largo del siglo XX— y a poco más que el mantenimiento obligatorio durante el siglo XXI. Es verdad que ahora se renueva el trazado entre la capital y Las Infantas, pero todavía no está en funcionamiento, pese a que aparece en los Presupuestos Generales del Estado desde hace varios lustros. A nadie escapa que en los países de Centroeuropa, en los nórdicos o en Europa del Este nieva casi todo el invierno y se ven los trenes funcionar.
El recuerdo. El tren partió a las 17:18 horas desde la estación de la Plaza Jaén por la Paz. En cambio, cuando llegó a Vadollano —una antigua estación que se encuentra entre Linares-Baeza y Vilches— ya registró la primera parada a causa de la nevada. Los pasajeros vivieron largas horas con las diferentes paradas y hasta presenciaron cómo un camión de bomberos acudía para sofocar unas llamas que algunos aseguraron ver en mitad de la nevada. No llegaron a Madrid hasta las 5:55 horas. Todos cansados y muertos de hambre después de un viaje que duró 13 horas y que se hizo eterno. Han pasado nueve años. El ferrocarril prácticamente no ha cambiado durante todo este tiempo, salvo que hay menos trenes que circulan por las vías. Al menos, eso sí, la Agencia Estatal de Meteorología dice que no nevará en este fin de semana.