Nuestro Padre Jesús será sometido a una revisión integral

Los trabajos de restauración, que comenzarán el lunes, no cerrarán el camarín en su horario de apertura

07 may 2016 / 12:19 H.

Así como los médicos recomiendan una revisión periódica a partir de cierta edad, en el caso de la tallas también se hace prioritaria esta intervención. Por ello, según informa la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, la venerada imagen del Abuelo será sometida a una completa restauración a partir del próximo lunes, día 9. El experto encargado de solucionar los desperfectos que sufre la talla es el restaurador Jacinto Linares, quien tardará aproximadamente unos diez días en completar el trabajo.

Aunque no es la primera vez que se acomete esta restauración en el interior del camarín, el hermano mayor de la hermandad, Francisco Gutiérrez, indica que la novedad está en que la imagen podrá ser visitada durante el horario de apertura al público del santuario. “La restauración se hará al mediodía, cuando el camarín esté cerrado al culto. Serán tres horas de trabajo al día”, explica Gutiérrez. Mientras, la talla estará ubicada en la parte baja de su capilla-camarín. “Otras veces, se ha cerrado el camarín durante toda la restauración; como la última, que fue hace dos años y se intervino en las cuatro imágenes de la cofradía”, recuerda el hermano mayor a este periódico.

Asimismo, Francisco Gutiérrez resalta que la intervención se realizará en toda la talla. “No se centrará en una zona concreta, ya que será una revisión general”, abunda. No en vano, destaca que se hará especial hincapié en las piernas y el talón. “Las piernas soportan todo el peso y son las que más sufren y el talón también se deteriora por el besapié”, explica.

Por otra parte, la nueva etapa a la que se someterá la cofradía con el cambio de la junta de gobierno ha llevado a su hermano mayor a tomar esta determinación. “Es una intervención de cara a la nueva junta de gobierno que habrá a finales de septiembre para que Jesús esté bien”, indica Gutiérrez, quien subraya que, en otras ocasiones, Linares trató al Abuelo para arreglarle “pequeños desconchones”.

Técnicamente, será la policromía de la talla en lo que más se detendrá el restaurador, ya que, tal y como indica el hermano mayor, se desgasta en el talón, por los labios de los devotos en el besapié. “También tendrá que intervenir en otras zonas mínimas donde la policromía se estropea por el propio movimiento de la madera, que está viva. Aun así, el año pasado hicimos lo que se nos recomendó, por lo que instalamos aire acondicionado para que la temperatura se mantuviera lo más estable posible y así sufriera menos”, sostiene. En este sentido, el máximo responsable de la hermandad recalca el compromiso y la responsabilidad que debe asumir la cofradía en cuanto al cuidado de las tallas. “La imagen está cercana al pueblo y la gente puede sentir esa cercanía. Es normal que en esa exposición sufra algunos desperfectos. Si no, habría que tenerla en una urna de cristal”, apunta Gutiérrez. El cuidado es tal que, aunque en años anteriores la talla era revisada cada seis años, Francisco Gutiérrez prefiere que estas revisiones sean más continuas. “Las imágenes están asistidas permanentemente y, cuando acaba la Semana Santa y se colocan en su sitio, las observamos por si detectáramos algo gordo, pero las policromías hay que dejarlas perfectas, pues si no se agranda el desperfecto”, dice.

La última gran restauración de Jesús se hizo en 1992, cuando fue trasladado a Madrid a los talleres del Ministerio de Cultura y fue intervenido por Raimundo Cruz, Isabel Pozas y Cristóbal López. Los trabajos duraron siete meses.