“Me alegra ver a hijos de clientes autóctonos”

—¿Cómo está llevando este periodo de pandemia?

—Un poco fatal. Provengo del sector comercial pero me liquidó la empresa donde trabajaba. Y ahora coger las riendas de la hostelería tras once años de ausencia, me encuentro en la fase de adaptación. Esta es una taberna pequeña en la que no tengo espacio para aplicar las medidas sanitarias que exigen a la hostelería. No es lo que esperaba. Estamos luchando para amplíen el horario o al menos permitan el consumo en barra.

—¿Cómo es su clientela?

—Tengo una clientela estable y fiel, algo que es de agradecer y me encuentro con la tesitura de que no pudiera atenderla como quisiera. Ahora me estoy encontrando con los clientes autóctonos de la época de mi padre, y también vienen sus hijos porque recuerdan esa añoranza que tenían.

—¿Cuáles son sus principales reclamos gastronómicos?

—Las berenjenas, violetes, croquetas, patatas alioli y productos ibéricos como jamones de Jabugo o nuestro salchichón sendra. El violete es una especie de empanadilla, rellena de carne picada y jamón. Todo aquel que lo prueba, repite.

—¿Qué ideas quiere impulsar en su etapa para el negocio?

—Ahora mismo tenemos en proyecto dos cosillas pero no podemos hacerlo por la pandemia como la elaboración de platos recomendados, pero debido a la pandemia y los horarios a los que debemos adaptarnos, solo lo hacemos los viernes y sábados. Aunque deseo seguir la línea de mi padre. Lo antiguo vale siempre.

—¿Por qué apuesta por Diario JAÉN como medio informativo?

—Normalmente lo tengo sobre la barra y cuando los clientes vienen, sobre todo personas mayores, lo leen directamente y muchas personas también me preguntan por él. Se trata de ofrecer un servicio de información, de contenidos y yo también prefiero tenerlo físicamente para los clientes. También porque es el periódico de la provincia.