Los siete vigilantes del Parque del Bulevar “se van a la calle”

La empresa dice que el Ayuntamiento prescinde de sus servicios en febrero

12 ene 2018 / 08:46 H.

No es solo que nos quedamos sin trabajo, que ya es grave porque todos tenemos cargas y muchos llevamos aquí desde que lo abrieron, es que el Ayuntamiento no se puede imaginar lo que es dejar esto sin vigilancia, es un disparate, va a quedar destrozado”, lo dice Carlos Corral, uno de los miembros del personal de seguridad del Parque del Bulevar que, junto a sus compañeros Miguel Martínez, Juan Manuel Caparrós, Miguel Ángel Sánchez, Francisco Gabriel Ayuso, Luis Martínez y Daniel Páez, se ve en la calle el próximo 1 de febrero. Todavía no tienen la comunicación oficial, explican, pero su jefa, la responsable de Proseja Seguridad, ya se lo ha comunicado. Fuentes de esta compañía explica que, efectivamente, tienen conocimiento de que este es el último mes que este personal trabajará en la zona verde. ¿Por que? Una portavoz de la sociedad aclara que la Administración local comunicó a FCC, que como responsable del mantenimiento de los parques y jardines también lo es de la seguridad en el mayor parque de la ciudad, que se prescindía de este servicio. Esta medida implica el despido del personal de Proseja destinado a ello. Son 5 profesionales a jornada completa, más dos, Caparrós y Páez, que tienen horario reducido y cubren bajas y vacaciones de sus compañeros, tal y como explican ellos.

“La única posibilidad que se nos ofrece es recolocar al que tiene más antigüedad, que precisamente soy yo”, aclara Ayuso, que no las tiene todas consigo, consciente de las limitaciones que tiene su empresa, por la pérdida de contratos y carga de trabajo, como ocurrió en el Cerro de las Canteras, donde la presencia de vigilantes se limita al fin de semana. “Somos unos vecinos más de este barrio, la mayoría llevamos aquí desde que lo abrieron”, apunta. “Hemos llegado a hablar con padres, que viven en la zona, para decirles que sus hijos se juntaban con gente rara, los hemos vistos crecer y enmendarse, después de haber avisado a sus familias de lo que veíamos que hacían en el parque”, sostiene Luis Martínez. Y es que, como apunta Páez, de los últimos en llegar, “aquí pueden ocurrir muchas cosas, aunque no lo parezca”. Una de las más recientes, un intento de acoso a una joven que fueron capaces de repeler. “Cuando comienza el buen tiempo, a partir de mayo o antes, hay momentos en los que se juntan aquí más de mil personas y no todos son padres que vienen a jugar con sus hijos”, argumenta Miguel Martínez que, como el resto de los todavía vigilantes, llama la atención sobre lo grave que puede ser que nadie impida el baño en el estanque. Su información precisa de lo que ocurre, Caparrós pudo averiguar, gracias a un trabajador municipal, que los planes del equipo de Gobierno pasan por contratar a personal para hacer su trabajo, que irá rotando, en el marco del programa Lanzadera de Empleo. “Es un disparate, no están preparados, como nosotros, que tenemos formación y autoridad para retener e inmovilizar a cualquier persona que no esté haciendo lo correcto, mientras llega la Policía”, apuntan los agentes de seguridad. El presidente de la Asociación de Vecinos de Expansión Norte, Manuel López, preocupado al conocer la posibilidad, explica que pidió explicaciones al equipo de Gobierno, para conocer todos los detalles. Este periódico, trató, sin éxito, de conocer la versión del Ayuntamiento sobre la denuncia de los vigilantes.