Los panaderos llevan una década con el salario “congelado”

Los panaderos viven en 2019 pero luchan con los mismos recursos que una década atrás. Unos años que para el colectivo no cambiaron nada su situación económica y laboral, ya que trabajan con un convenio datado de 2009. Desde el sector piden que se revise ese acuerdo, que solo se modificó con la subida del salario mínimo interprofesional a 900 euros que el Gobierno español implantó. El gremio solicita que se les ayude a luchar por sus derechos y a obtener una mejora del convenio de la provincia de Jaén, adaptado a los nuevos tiempos y necesidades de las familias.

Desde el ente panadero critican que el convenio lleva muchos años de desfase y se quejan porque hay personas a las que les queda poco tiempo para su jubilación y tienen nóminas de 1.000 euros, algo que les va afectar de lleno a la hora de recibir la pensión en el futuro.

Un sector que no tiene incluido en el convenio muchos derechos de los trabajadores y se queja de que no están remuneradas en nómina las horas extra, sino que todo se paga con dinero en mano. El colectivo de panaderos se intentó poner en contacto con los sindicatos en varias ocasiones sin obtener una respuesta clara que les ayude a luchar por conseguir un nuevo convenio adaptado a los tiempos modernos y que mejoren la calidad de vida del sector. Desde el gremio aseguran que solo le contestaron con “excusas” y con la intención de defender la subida del salario mínimo interprofesional.

El acuerdo para industrias panaderas de la provincia de Jaén tiene una fecha del 5 de febrero de 2009 y era un convenio, previsiblemente, para tres años, hasta 2012. Desde entonces no hubo ninguna actualización. En el escrito firmado se llegó al pacto de tener un salario mensual entre 736 y 962 euros, en función de la categoría: auxiliar de oficina, oficial de administrativo, jefe de oficina y contabilidad, jefe de taller mecánico y jefe de fabricación. Un sueldo que creció con la subida del Gobierno español, pero muchos panaderos se ven perjudicados para poder cobrar una pensión digna con la que garantizar su futuro, ya que llevan diez años con los mismo ingresos y “no tienen ninguna voz sindical que los escuche” para ayudarles a mejorarlo.

Por otra parte, desde el colectivo se quejan también por los problemas que tienen a la hora de jubilarse por enfermedad o de pedir una baja. Por ello, quieren revisar y actualizar sus derechos y mejorar en calidad de vida, ya que normalmente los panaderos trabajan de noche y eso supone un sacrificio mayor que pagan sus familias que no pueden verlo durante muchas horas del día. Un trabajo duro por los horarios que tiene y que el convenio solo contempla en los casos en los que el panadero tenga que trabajar antes de las cuatro de la madrugada, cuando se tiene un suplemento en el sueldo. Con esta situación, el gremio pide que se elabore uno nuevo y que se adapte las necesidades de 2019 y no vivir un “déjà vu” y volver una década atrás cuando se estaba en plena crisis económica y había otras necesidades a las actuales.