Las obras del Conde-Duque afrontan su segunda fase
Unicaja termina los trabajos previos en el edifico de la Carrera de Jesús

Los primeros obreros llegaron al Palacio del Vizconde de Los Villares, el edificio histórico propiedad de Unicaja en la Carrera de Jesús, en marzo de este año. Después de algo más de un mes, el trabajo de esta cuadrilla, centrado en cuestiones de preparación para las intervenciones de más calado que se proyectan en el inmueble, ya está listo. Lo siguiente, según confirma Unicaja, es acometer la reforma y rehabilitación integral de la casona señorial del centro de la ciudad, para darle uso social. Los carteles que hay en la fachada de lo que fue el Conde-Duque, el bar de copas que albergó esta vivienda, dan la pista de cómo evoluciona esta acción urbanística, que despierta gran interés. Durante años estuvo colocada una gran lona que anunciaba que las obras iban a llegar. Después, se quitó este cartelón y, el último paso dado por la entidad bancaria, es colocar el cartel de la obra propiamente dicha, donde ya se informa claramente de sus intenciones. Los vecinos esperan que, cuanto antes, comiencen el movimiento de albañiles y maquinarias, lo que significa que falta menos para recuperar para la ciudad un lugar histórico.
La caja de ahorros costasoleña llegó a adjudicar la obra, tras solicitar, en junio de 2016, autorización a la Administración local para acometer labores destinadas a la consolidación y rehabilitación del monumento. Los permisos, de hecho, ya se pidieron en 2008, por la desaparecida Caja de Jaén, antes de que fuera absorbida por Unicaja Banco, pero un decreto municipal, de 2013, declaró que la licencia estaba ya caducada, sin que se hubiesen concluido los trabajos, más allá de la demolición de gran parte de la pieza. Por el camino, el proyecto llegó, incluso, a los tribunales, con la apertura de diligencias hace más de un lustro. Finalmente, el titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Jaén, Miguel Sánchez Gasca, decretó el sobreseimiento de la causa, abierta a instancias de la Fiscalía, por un supuesto delito contra el patrimonio histórico en las obras del palacio. El pleito comenzó tras una denuncia de la Plataforma “Un PGOU para la ciudadanía de Jaén”, que alertó sobre la falta de avance de las reformas y la posible desaparición de elementos protegidos como parte de la portada de piedra, escudos nobiliarios y el claustro del edificio. Finalmente se supo que los sillares, la puerta, las columnas del patio porticado y elementos de cerrajería, estaban ya en dependencias municipales, custodiados, por lo tanto, por el Ayuntamiento.
El Palacio del Vizconde de Los Villares, que fue levantado por orden de Francisco de Ceballos, junto al Monasterio de Santa Teresa de Jesús, es un magnífico exponente de la arquitectura del siglo XVII en la capital. Allí vivió el médico Bernabé Soriano, entre otros personajes ilustres. En su última etapa fue el lugar elegido para la apertura de un pub, que muchos jiennenses todavía recuerdan. De hecho, todavía luce parte de la decoración del establecimiento en la fachada. El palacio tiene una ubicación excelente, a mitad de camino de la Catedral y el Camarín.
El Palacio del Vizconde de Los Villares está dentro de la zona con mayor protección urbanística de la capital, en pleno casco histórico, y no es la única obra que hay en marcha en esta zona. En la esquina de la calle Maestra y la Plaza de Santa María continúan las obras de la Casa del Reloj. También se interviene en el edificio que albergó El Bodegón, un histórico establecimiento en la Plaza Deán Mazas, también en el centro.