Las fiestas, con fondos propios

La autofinanciación de las celebraciones vecinales es una constante desde el año 2010. Líderes de las asociaciones que integran OCO y Ciudadanos por Jaén consideran que hay efectos positivos: son más “independientes” sin dinero público. La última vez que lo tuvieron fue en 2009.

Pepi Alcántara, presidenta de “Guadalquivir”, recuerda que no era la referente vecinal de Belén y San Roque el último ejercicio en el que el Ayuntamiento entregaba capital para que los barrios sufragasen las fiestas de verano. “Yo entré al colectivo entonces. Me acuerdo de que daban tres mil euros a cada asociación”, rememora. “En las que haremos este año invertiremos mil cien”, compara. “No hay duda de que con la cantidad que entregaban antes haces unas fiestas estupendas, pero no le veo sentido a que te den tanto dinero público para algo así”, critica Pepi Alcántara.

Miguel Castro, presidente de la Asociacion de Vecinos Valdeastillas, organizó, recientemente, los festejos estivales. Lo hizo con fondos de particulares y socios. “Creo que es lo mejor para el movimiento vecinal. Hemos ganado independencia”, asevera. Las alianzas con los comercios pequeños son fundamentales para que prospere la organización. “Creamos vínculos con los negocios. Se trata de ‘trapichear’, de buscarnos la vida”, explica Pepi Alcántara. “Considero que casi todo son ventajas desde que pagamos las fiestas”, tercia Guadalupe Espinosa, de “Unidos por la Merced”. En su colectivo cuentan, desde hace tiempo, con el apoyo de Cruzcampo. “Y tenemos la gran ayuda de nuestro colectivo juvenil”, agrega.

María Cantos, presidenta de OCO, repasa las desventajas de la autofinanciación: “Ahora, casi todas las convivencias son de un día. Antes eran de tres. Solo las hacen las asociaciones con el apoyo comercial de libros de feria, porque existen negocios en su barrio”, señala. “Conscientes de la crisis, destinamos el dinero para la creación de empleo. Perdimos sesenta mil euros”, recuerda.