Las empleadas exigen sus nóminas

Royal no paga, la Junta no hace nada”. Era el grito que clamaban los trabajadores que se concentraron a las puertas del la Delegación de Educación de la Junta de Andalucía para pedir “una solución inmediata”. La situación de los empleados de la empresa de catering que “dejó tirados” a unos dos mil niños es compleja, tal como explican desde el sindicato Comisiones Obreras. Frente al mismo lugar en el que hace unas semanas el delegado de Educación, Antonio Sutil, se reunía con directores de centros y alcaldes de los 25 municipios afectados, era el turno de los trabajadores de clamar por sus derechos. Tal como subrayaron desde CC OO, buscan que la Administración resuelva el problema de los 37 comedores “lo antes posible” y también para poner en el centro del conflicto la situación en la que se encuentran las 131 trabajadoras de Royal Menú —la empresa que venía prestando el servicio—. La misma que, según el sindicato, ya ha presentado un expediente de regulación de empleo extintivo.

El responsable de Hostelería de CC OO, Antonio Manuel Díaz, apuntó que actualmente las trabajadoras siguen dadas de alta en la Seguridad Social, pero la empresa les adeuda la nómina de septiembre y octubre, además de “todas las diferencias salariales, incluidos el plus de transporte y las manutenciones”, lo que supone, en cálculos del sindicato, unos 3.000 euros por trabajadora.

Además, Comisiones Obreras denunció la situación en la que se encuentra el medio centenar de trabajadoras de las cocinas centrales de Royal Menú, a las que se les adeuda unos 7.000 euros por empleada, incluyendo las nóminas desde el pasado mes de julio y los atrasos de convenio y de las que “nadie dice nada”. Desde el colectivo sienten que están siendo “desplazadas”, pues mientras las empleadas de los colegios tienen su contrato asegurado, según confirmaron desde la Junta, el resto de trabajadoras “no se sabe qué ocurrirá con ellas”.

Desde la semana pasada, las trabajadoras —mayoría mujeres— ya han comenzado a interponer las denuncias que corresponden, mientras que a nivel administrativo habrá que esperar hasta el 11 de noviembre para conocer cuántas empresas se han presentado al pliego que ha sacado la Consejería para hacerse cargo del servicio de los 40 comedores.

“Es una vergüenza, son atrasos de nóminas y todo incumplimientos, y la Junta no hace nada”, indicó Jezabel Sánchez, al tiempo que afirmó que “la situación es insostenible” a nivel personal por la incertidumbre que conlleva no saber qué va a pasar con sus puestos de trabajo y si finalmente habrá subrogación o no. De hecho, tal como indicaron desde el sindicato, son varias las trabajadores que ven cómo lo sucedido afecta también a su salud. Antonio Manuel Díaz comentó que son ya tres las empleadas de cocina central que están dadas de baja al sufrir una depresión que les impide continuar con su labor diaria.

“El viernes se registraron en el sindicato veinte demandas y son muchas más que piden que se les pague lo que les deben y, también, les digan exactamente qué ocurrirá con ellas”, explicó Díaz, de CC OO, que hizo hincapié en la falta de profesionalidad que muestra la empresa en el proceso. “No entendemos cómo puede seguir prestando servicio a comedores escolares privados, como en guardería u otro tipo de eventos, así como en restaurantes, entre otros, mientras que en otros sitios no tienen comida”, dijo Díaz, y añadió: “La comida sigue saliendo de sus cocinas, de trabajadoras que no saben qué será de ellas, la mayoría de más de 50 años que se han quedado porque no tenía otra alternativa y que ahora se encuentran con esta situación, es vergonzoso”. También puso como ejemplo algunos municipios en los que el colegio privado sí recibe los servicios de Royal Menú Catering, mientras que el público “sigue con el plato vacío”. “Es una locura”, concluye.