La ubetense Almudena Medina relata con dureza el paso de la DANA por Algemesí
“Fue cómo una película de terror”, asegura contundente la residente en el municipio valenciano desde hace dieciséis años

La noche de Halloween se adelantó este año en el municipio valenciano de Algemesí, uno de los puntos más golpeados por la DANA que arrasó este martes distintos puntos de la Comunidad Valenciana y Castilla la Mancha. La ubetense Almudena Medina, que reside en esta población cercana a la capital del Turia, da fe de lo que se vivió en esta fatídica tarde noche. “Fue cómo una película de terror”, afirma con contundencia. Esta graduada en Turismo, que reside en la zona desde hace dieciséis años, relata su espeluznante vivencia a Diario JAÉN a través de una llamada de WhatsApp, ya que apenas hay cobertura. Lo hace, además, mientras cocina un plato de pasta para algunos de sus vecinos que no tienen electricidad en sus viviendas por los estragos del temporal. “Vi como el río se colaba en mi casa y el agua en nuestro garaje nos llegaba hasta la cintura. Tiempo después alcanzó los dos metros”, detalla aún con incredulidad.
Medina, que reside con su marido y su hija de doce años, apenas pudo salvar algunos productos de su cochera antes de refugiarse con su familia en la parte más alta del adosado donde viven. “Al principio hacíamos fotos y vídeos, pero de repente llegó mi marido con la cara desencajada diciendo que se había desbordado el río. Por suerte, vivimos enfrente de una zona con campo y el agua empezó a desbordarse por ahí”, apunta. Hablando con los mayores de la zona asegura que no recuerdan algo similar, a pesar de que aquí sean habituales los temporales. La imagen de después de la tormenta deja patente la magnitud de lo sucedido y pone los pelos como escarpias a quién lo contempla de primera mano. Negocios abnegados, montañas de coches, calles embarradas y decenas de personas sin localizar son los componentes de un escenario que, como sugiere el marido de Almudena, David Avellán, parece extraído de la serie The Walking Dead.
“Es una situación surrealista, hay gente que lleva dos días sin poder comer. Sólo dan ganas de echarse a llorar”, expresa. Como el resto de residentes de la zona, Almudena Medina clama por que llegue la ayuda que permita a los ciudadanos volver a la normalidad lo antes posible. “Esto es muy grave y toda ayuda es poca. Necesitamos camiones que puedan repartir alimentos en las zonas afectadas, hay mucha gente mayor y otra tanta que ha perdido sus vehículos”. El suspiro que se le escapa a esta ubetense cuando se le pregunta “¿Y ahora qué?” es el clarificador reflejo de una situación dantesca e impactante.