“La provincia no quedará descolgada de Andalucía”

Martínez

23 oct 2019 / 11:30 H.

Es la cara visible del vicepresidente de la Junta de Andalucía, Juan Marín, en la provincia, su mano derecha y la persona en la que confió la Delegación Territorial de Turismo, Justicia, Regeneración y Administración Local. Raquel Morales Martínez (Marmolejo, 1986) conoce los Presupuestos de 2020 como la palma de su mano. No se harta de decir que son los mejores que los jiennenses han podido ver hasta la presente. Y está dispuesta a demostrarlo.

—¿Por qué considera que el presupuesto es el más serio, el más realista y el más ambicioso?

—Así es. Hay que recordar que en cuatro meses hemos sacado adelante dos presupuestos, el de 2019 y el de 2020 y, además, no de cualquier forma, sino que van a déficit cero, por lo que responde a una de las primeras preguntas, es serio y responsable para con Andalucía. Es también muy social, porque más de la mitad va destinado a políticas sociales. Yo creo que, siendo razonables en las propuestas, no puedo decir otra cosa que es un presupuesto que, por primera vez en mucho tiempo, va de la mano de la seriedad, del rigor, del crecimiento económico y, por supuesto, de la convergencia.

—¿Por qué cree que no tienen el apoyo de Adelante Andalucía y el Partido Socialista?
—Eso habría que preguntárselo a ellos. La verdad es que es muy difícil decir que no a un presupuesto que tiene tantas medidas sociales y que responde a las deficiencias que existían. Llegará un momento en el que todos los grupos políticos se tendrán que retratar y cada uno es libre de decidir si lo quiere. Nosotros estamos satisfechos con el trabajo realizado hasta ahora, hablamos de 38.540 millones, de los cuales la mitad van a destinados a políticas sociales, hay un crecimiento de 140.000 puestos de trabajo, mucho más de la previsión que teníamos, y va a ser complicado decir que no.

—¿Qué opina de la actitud mostrada por Vox?

—Hay una negociación que está llevando el consejero de Hacienda y, en este sentido, que no haya una enmienda a la totalidad nos parece razonable. Necesitamos una mayoría, somos conscientes, decir otra cosa sería una fantasía.

—¿En qué ganarán los jiennenses con este presupuesto?

—Una de las cosas que quiero poner en valor es que seamos la provincia con mayor inversión por habitante por segunda vez. Hablamos de 243 euros. No es para sentirnos orgullosos que Jaén necesite ese impulso, pero sí para ver que este Gobierno nota que la provincia necesita esa apuesta y que se la está dando. Hay algo también muy importante; es la primera vez que muchos proyectos que llevo escuchando desde que era una adolescente están sobre el papel.

—¿Por ejemplo?

—La Ciudad de la Justicia, con 1.184.002 euros para rescatar el mismo proyecto que lleva tanto tiempo dando vueltas. También puedo hablar de la Ciudad Sanitaria, del ramal de Vadollano, del famoso tranvía... Es la primera vez que pasamos de las palabras a los hechos, los presupuestos son mucho más que una declaración de intenciones.

—El consejero de Hacienda dijo en la presentación que Jaén es prioritaria, pero Andalucía no es solo Jaén. Tuvo que salir al quite la delegada del Gobierno con esto de que la provincia será la que más dinero reciba por habitante. ¿Dónde queda la anunciada discriminación positiva?

—Es un hecho. Si somos la provincia con mayor inversión por habitante es que tenemos el apoyo de la Junta de Andalucía. Sin embargo, yo también reitero las palabras del consejero de Hacienda, igual que las de la delegada del Gobierno: Jaén es Andalucía y no puede avanzar de espaldas a Andalucía. Por lo tanto, cualquier paso que demos en el crecimiento económico de esta tierra va a ser también el crecimiento económico de la comunidad, y viceversa. Jaén no se va a quedar descolgada con unos presupuestos tan ambiciosos.

—¿Cuáles son los proyectos estrella de sus áreas?

—La Ciudad de la Justicia es una de esas espinas que queremos sacar a los jiennenses, no solo por justicia poética, sino por economía. Pagamos 1,3 millones anuales en alquiler de sedes, un gasto que generamos a todos los andaluces, no es un buen uso del dinero público. Además, la dispersión es un trastorno para los usuarios y para los profesionales. Ya no podemos poner más parches. Otro proyecto es el Juzgado de Villacarrillo, porque duele que algo que se toma como medida provisional acaba como algo normal y aceptado.

—¿Y en Turismo?

—Hay una línea nueva de subvenciones para el interior. Muchos touroperadores y parte de la industria nos dicen que lo nuevo que hay que abanderar es el turismo de interior, por lo que se han creado ayudas específicas que traerán más de 600.000 euros para municipios de más de 100.000 habitantes. La Cátedra de Turismo Interior es otra idea que va de la mano, pensada en el crecimiento turístico y económico de esta tierra. Hay, en resumen, 18,6 millones para apoyo al sector. Cambiamos la normativa para que los pueblos más pequeños pudieran ser Municipio Turístico, como La Iruela; hasta ahora lo eran Cazorla y Baeza, y estamos intentando que Úbeda también lo sea. La última línea es la de regeneración democrática, con una oficina que luchará contra el fraude y la corrupción política. Y, en cuanto a Administración Local, estar muy cerca de los pueblos. Llegará un impulso para los municipios de siete millones de euros a través de PFEA para que sean más funcionales. Estamos orgullosos del tramo recorrido, pero sabiendo también que tenemos muchos retos por delante ilusionantes.

—¿Qué pasará con las enmiendas anunciadas, por ejemplo, por el Partido Socialista?

—Todo grupo político es libre de presentar enmiendas a un presupuesto, de hecho me parece saludable, pero no entiendo que hagamos una enmienda a la totalidad cuando tiene cosas muy positivas. Dicho esto, no todos los proyectos caben en un presupuesto y no entiendo que no se reconozca que, ahora, sí quepan proyectos que antes no cabían. Este Gobierno tendrá en cuenta cualquier sugerencia y hemos demostrado que se puede dialogar con nosotros por el bien de Andalucía.

—¿Cómo ve el escenario electoral, con vistas al 10-N?

—Que estos presupuestos salgan adelante en un contexto complejo, con otras elecciones encima de la mesa, con un Gobierno en funciones, con un Brexit inminente, con un grave problema con los aranceles a nuestros productos... demuestran que Andalucía es un ejemplo de estabilidad.

—¿Ha digerido su salida de la directiva nacional de Ciudadanos?

—No he tenido que digerir nada, porque siempre he dicho que vine a la política a sumar por un periodo breve de tiempo, porque la política hay que entenderla así, no como un modo de vida. Igual que en su día recibí la llamada para incorporarme a un equipo que tenía un reto importante, ahora hay otras personas que tienen el mismo derecho a enfrentarse a otro reto diferente. Atornillarse a un sillón no es parte del ideario de Ciudadanos ni de mí como persona. De hecho, yo subí ese día a la directiva nacional a pasar el testigo y sigo teniendo una relación de amistad con el presidente.