La Policía Local se multiplicó para reconducir la situación

Las grandes arterias de Jaén se vieron salpicadas por agentes que desde primera hora de la tarde estuvieron controlando el trasiego de vehículos motorizados

29 abr 2025 / 10:26 H.
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Conforme iba cayendo la noche, el personal de la Policía Local ocupó sus puestos en las principales vías de la ciudad. El Paseo de la Estación vio como en los principales cruces de la vía se colocaron una patrulla, con dos policías para dirigir el tráfico y que la oscuridad no significara sinónimo de accidentalidad. A la altura del Hotel Condestable Iranzo, una hilera de coches esperaba el permiso de los agentes para poder circular en sentido ascendente hacia la Plaza de la Constitución, informa Pablo Espinosa.

Por la perpendicular una ambulancia hizo que todas las señas quedaran en nada, pues la prioridad era dar el servicio más rápido posible en esta jornada de caos circulatorio. “Estamos intentando que el tráfico sea lo más fluido posible”, nos confesaba uno de los agentes interrogados. La incertidumbre hizo que ninguno de los dos agentes nos quisiera hacer más declaraciones, pues esta fue una constante durante toda la tarde y la noche. Siguiendo las estelas de las luces azules y las varas de luz de los agentes, en Los Jardinillos también se instaló otra patrulla, la cual guiaba el acceso desde la Calle Castilla y la subida hacia la Diputación de Jaén. Allí, el continuo trasiego de peatones hizo que los agentes se emplearan a fondo para intentar frenar a los coches que subían y bajaban. Bajando por la avenida de Ruiz Jiménez, en el cruce con la avenida de Madrid, de nuevo dos agentes dispuestos en sentido ascendente nos dieron el alto. Ante la pregunta de si podían darnos alguna valoración de como iba la noche y qué cadencia de tránsito de coches había, intentaron que no sufriéramos daño, pues la oscuridad nos quitó la referencia de que estábamos circulando por uno de los grandes ejes de Jaén. Al darnos el visto bueno para acercarnos, uno de los agentes reparó en que llevábamos con nosotros una cámara fotográfica, lo cual no gustó en absoluto. “No me saques fotos, por favor, sabemos que estás haciendo tu trabajo, pero preferimos no aparecer”, inquirió el mayor de los dos.

Sí nos permitió tomar declaración, aunque siempre preservando su anonimato. “Dentro de toda la situación, y de que la información nos llega a cuenta gotas, la noche está siendo tranquila”. Al poco tiempo, y cuando ya disponíamos a irnos, llegó otro coche de patrulla. Se acercaron e intercambiaron pareceres, se desprendió de la conversación que estaban bastante incomunicados, pues se encogían de hombros cada vez que se preguntaban algo entre ellos. Pese a todo, el servicio de control de tráfico no reportó incidencias antes del cierre de este periódico. Fueron continuas las idas y venidas de los vehículos de la Policía Local. También se pudo observar que los compañeros de la Policía Nacional y, a veces, Guardia Civil echaron una mano en el control del tráfico. En las gasolineras también se vio movimiento de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, pues presenciamos durante la noche la llegada de automóviles de los diferentes cuerpos para repostar. La complicidad se notó en uno de los días más negros y oscuros de la Historia reciente de este país, y eso, habiendo pasado una pandemia mundial hace no tanto tiempo, es mucho decir. Como siempre, los equipos de seguridad dieron la talla ante semejante empresa.

Jaén
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