La Policía halla a Noelia en Córdoba tras cinco jornadas “desaparecida”
La menor jiennense y su pareja son encontrados a “salvo”

La búsqueda de Noelia, la joven jiennense desaparecida desde el pasado 10 de febrero, termina con final feliz. Pasadas las nueve de la noche de ayer, un policía ponía fin a la agonía de la familia con una llamada de teléfono en la que comunicaba que la adolescente había sido hallada sana y salva en una calle de Córdoba capital. Junto a ella estaba Jordi, su novio, un chico de 15 años que, también el pasado miércoles, se fugó de la casa de acogida que Mensajeros de la Paz tiene en la capital. “Nos han dicho que están bien. Es lo más importante”, explicó José Alberto González, el padre de la adolescente en una breve conversación telefónica mientras viajaba a Córdoba para recoger a su hija. “Estoy deseando abrazarla”, añade.
Concluye, de este modo, una pesadilla que ha durado cinco días con sus noches. Comenzó el pasado miércoles por la tarde: Noelia salió de casa para asistir a las clases de la academia de peluquería en la que está aprendiendo el oficio. No volvió. Tampoco Jordi fue a dormir aquella noche a la casa de acogida. Ambos huyeron juntos. Al parecer, hace unos días, el chico escuchó que los responsables del centro querían trasladarlo a otra sede fuera de la provincia, según el padre de la chica. Ese pudo ser el detonante para que los adolescentes decidieran marcharse. Nada se sabía de ellos. El teléfono de Noelia estaba apagado y ni tan siquiera envió un mensaje a su familia para tranquilizarlos.
Noelia salió de casa con lo puesto. Iba vestida con unas mallas moradas y estampadas y un chaquetón marrón con tejido “de borreguito”. Como todos los días, llevaba una mochila con sus cosas de clase: “Pensamos que pudo coger alguna ropa más”, explica José Alberto González. La chica tampoco llevaba dinero; apenas 20 euros que le había dado su madre para comprarse unas zapatillas esa misma mañana. Según habían explicado algunos amigos de la pareja, Jordi vendió un ordenador hace unos días, aunque es un dato que está sin confirmar.
Estos cinco días han sido dramáticos para la familia. El padre ha buscado hasta debajo de las piedras. Habló con los amigos de su hija para tratar de descubrir cualquier detalle que le permita llegar hasta ella. “Algunos me dijeron que la vieron dos tardes seguidas en el Jardín Botánico. Pasé las noches allí por si ellos estaban durmiendo en el parque. También han llamado diciendo que estaban en Martos, pero no fue una pista fiable”, relata el padre. Ayer mismo, la búsqueda se amplió por toda España. Y, finalmente, dio resultado. Noelia y Jordi estaban en Córdoba “sanos y salvos”.
Al cierre de esta edición, José Alberto González todavía no había podido verlos. “Es lo que más he deseado en estos días”, concluye.

Antes del feliz reencuentro, José Alberto González se deshacía en elogios con su hija: “Noelia es una niña muy buena, muy normal, como todas las de su edad”, explicaba. Después de dejar los estudios, se preparaba en una academia para ser peluquera. “Es muy trabajadora”, añadía el padre, quien también tenía buenas palabras para Jordi: “Ha estado conmigo varias veces y se le ve buen chico”. Por eso, considera “una locura juvenil y una chiquillada” la “fuga” de la pareja: “Creo que no son conscientes del daño que nos están haciendo a la familia”, concluye González.
Denuncias. La casa de acogida de Mensajeros de la Paz denunció la desaparición de Jordi el jueves, horas después de que no se presentara a dormir. La familia de Noelia no acudió a la Policía hasta el domingo por la tarde, más de cuatro días después de que se marchara.
Descripción. Noelia tiene 16 años, mide un metro y sesenta y cinco centímetros y es de complexión delgada. En el momento de su marcha, vestía mallas moradas y estampadas y un abrigo marrón. Vive con su madre en el Polígono del Valle —los progenitores están separados— y tiene un hermano de 14 años.
Búsqueda. La Guardia Civil y la Policía Nacional activaron el protocolo que se pone en marcha en estos casos. Fotografías de los dos menores se repartieron por todas las comisarías y cuarteles de España.
Hallazgo. Una patrulla de la Policía encontró a la pareja en una calle de Córdoba que coincidía con la descripción que tenían de Noelia y Jordi. Fueron llevados a una Comisaría.