La Panadería Medina de Linares renueva en la Gran Ochiada

Cristóbal Medina, propietario del negocio, espera que este año la cola de gente vuelva a dar la vuelta a la catedral

12 ene 2024 / 16:00 H.
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La panadería Medina, situada en la calle Joaquín Ruano de Linares, vuelve a participar, una ocasión más, en la gran ochiada que tendrá lugar el martes 16. En pie desde hace más de cincuenta años, ha salido adelante gracias a la continua innovación. Su especialidad, el pan candeal y los panes especiales de diferentes sabores que hacen cada fin de semana

—¿Cuál es la historia detrás de la Panadería Medina?

—Mis abuelos son los que empezaron. Abrieron una pequeña panadería en Mengíbar y se dedicaban a hacer pocas cosas, pan y magdalenas sobre todo. Fueron creciendo poco a poco y en 1974 decidieron trasladarla a Linares, a la calle Joaquín Ruano, en pleno centro. Salió a la venta ese local que está muy buen ubicado y decidieron lanzarse a por ello.

—Y ahora es usted la tercera generación quién la lleva.

—Sí, justo, han pasado tres generaciones de la casa por aquí. De mis abuelos pasó a mis padres. Ellos se jubilaron, mi padre falleció y yo me quedé con el negocio. Somos tres hermanos pero solo yo estoy metido en esto. Lo hemos mamado desde pequeños, lo llevamos de siempre en la sangre

—¿Y cómo se lleva adelante un negocio durante tanto tiempo?

—Con innovación. Con los años, nos hemos ido formando, tomando cursos y adaptándonos a las cosas nuevas que iban saliendo. Como no se innove de alguna forma, te quedas atrasado en este mundo. Siempre intentamos sacar productos nuevos y siempre estamos en continua formación. Y con mucho esfuerzo y dedicación en este oficio, claro.

—¿Cuál es el producto por el que vuestra clientela viene especialmente y es tan fiel?

—Hacemos muchas clases de pan, pero el que más tira es el pan candeal. Como tenemos un horno de leña, se puede hacer un pan de miga dura como este. No es de extrañar que es el más vendido. También nos dedicamos a los postres tradicionales con recetas que eran de mi abuela, como los brazos de gitano y las magdalenas. Y, por supuesto, hacemos repostería de todo tipo. Roscones, panetones para la Navidad, hornazos, leche frita y torrijas para Semana Santa, etc. Cada época festiva tiene su especialidad, que hacemos únicamente en ese momento y los clientes vienen fielmente a por ellas.

—¿Qué más ofrecen al público que no se puede encontrar en otros comercios?

—Los fines de semana, sobre todo, hacemos unos panes especial y siempre se acerca mucha gente a ver qué pan hemos hecho ese día. Puede ser de toda clase, de tortilla de patatas, de cocido o de salmorejo. Todo lo que te puedas imaginar, lo podemos hacer. Se meten todos los ingredientes de la receta en la masa madre y sale un pan espectacular. Intentamos hacer uno nuevo cada semana, pero siempre hay gente que te pide que vuelvas a hacer uno que le gusta especialmente. Nos adaptamos a los gustos y los pedidos.

El de tortilla de patatas, con un poco de salmorejo, triunfa mucho. Este fin de semana, por ejemplo, vamos a hacer de migas.

—Vuestra clientela está muy contenta con el comercio, ¿no?

—Sí, normalmente siempre hay cola en la puerta. Hemos conocido a niños que venían en la silla de ruedas con su familia a comprar el pan y ahora vienen ellos de mayores. Generación tras generación sigue viniendo por aquí. Además, son clientes que vienen a diario. También hacemos muchos encargos a través de WhatsApp y Facebook y guardamos piezas a la gente que no puede venir. Especialmente, a raíz del Covid-19, como estábamos abiertos durante los primeros meses de pandemia, nos encargaban por ahí. Y ya se ha quedado, tenemos que estar siempre pendientes del móvil por si acaso.

—¿Cómo esperan la ochiada?

—Ojalá sea como la del año pasado. Fue increíble, la cola daba la vuelta a la catedral. La gente esperaba durante horas, era alucinante. Es muy gratificante ver la cantidad de personas que se acercan y que valoran tu esfuerzo. Citas así te dan fuerza para seguir. Como vicepresidente de la Asociación Provincial de Fabricantes y Expendedores de Pan, siempre hemos participado en estos encuentros. Es una pena que siempre vayamos los mismos, no nos apoyan muchas panaderías. Pero bueno, haremos todos los ochíos posibles y lo sacaremos adelante. Seguimos luchando por los negocios, que es lo que nos da de comer.

Jaén
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