La nueva Asociación Epilepsia da la cara para superar miedos
El colectivo celebra una convivencia para dar a conocer la enfermedad


La epilepsia es una enfermedad neurológica que afecta al uno por ciento de la población. Se trata de la dolencia neuronal más común pero, a su vez, más desconocida y estigmatizada. Y no debería, puesto que 7 de cada 1.000 ciudadanos la padecen. “Para muchos sigue siendo un tabú”, describe Beatriz Lendínez, presidenta de la Asociación Epilepsia Jaén, creada hace tan solo unos meses. Precisamente, nació con el objetivo de acabar con los estigmas y con el miedo que genera esta dolencia en buena parte de la sociedad y, también, para unir a pacientes y familiares. Este colectivo trabaja para que la ciudadanía pueda aceptar y normalizar la situación. Del mismo modo, buscan el apoyo de las administraciones públicas, así como con la complicidad y compromiso de los profesionales de la sanidad y de la educación. Con ese ambicioso objetivo, los casi veinte miembros de la asociación han celebrado una jornada de convivencia con el fin de darse a conocer a los jiennenses y buscar nuevos socios.
Las manifestaciones de la enfermedad son muy diversas (ausencias, pérdida de conocimiento...) y no están necesariamente relacionadas con las convulsiones, tal y como está arraigado en la sociedad. Es uno de los estigmas que los miembros de la asociación jiennense pretenden desterrar. “Hay muchos más”, explica Beatriz Lendínez: “Hay gente que piensa que es contagiosa o que es una enfermedad mental. No hay nada más lejos de la realidad”, sostiene.
Es verdad que la epilepsia no tiene cura, ya que se trata de una dolencia crónica. Sin embargo, la presidenta del colectivo también pone de manifiesto que más del 75 por ciento de los enfermos puede llevar una vida totalmente normal. “Por lo general, si la tienes controlada no pasada nada. Mientras guardes tus horas de sueño, hagas una vida saludable y seas responsable no hay riesgo. Luego, hay diferentes grados de epilepsia. Pero, por lo general, puedes aprender a vivir con ella y tener una vida normal”, explica. A esta joven jiennense de 23 años se la diagnosticaron con 18. “De niña yo era como muy despistada. Tenía como pequeñas crisis de ausencia. Al principio, mis padres no lo relacionaron con la epilepsia, porque no tenían información”, relata. Para evitar este tipo de situaciones, la Asociación Epilepsia Jaén quiere hacerse un hueco en la sociedad jiennense.