“Había que venir como fuera, el tiempo corría en mi contra”

El bombero Juan José Martínez relata su regreso a España desde Bali

01 abr 2020 / 12:08 H.
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Bali, un destino soñado por muchos, de playas paradisiacos y bellos recuerdos. Pero no para todos. No quedará así en la memoria de Juan José Martínez, bombero jiennense que estuvo días confinado allí, tras la cancelación de varios vuelos, antes de poder regresar a España. Una odisea inolvidable que llegó a su fin.

Una vez en casa, Martínez atendió a la adjunta a la Dirección de Diario JAÉN, Manuela Rosa Jaenes, para narrar su particular aventura por culpa del covid-19. “Por fin en casa, después de 30 horas de vuelo, pero supercontento”. Así eran las primeras palabras de este bombero, que por fin esbozaba una sonrisa tras varios días.

“El viaje ha sido maravilloso y te quedas con lo bueno”, comentaba Martínez, que a comienzos de marzo se desplazó a Malasia para un congreso sobre drones de emergencia. “Los últimos días fueron un calvario, cuando entró como un huracán el coronavirus en Bali. Ya había inseguridad ciudadana y si lo pillas allí tienes serios problemas, por las insuficiencias de medidas sanitarias”, explicaba mientras su sonrisa se desdibujaba ante los recuerdos más cercanos. “Teníamos que venir fuera como fuera. Había que salir de allí”, sentenció.

Esa pesadilla indonesia duró 11 días en los que este bombero de Andújar trató de mover cielo y tierra para regresar a España. “El Gobierno tomó la medida de cerrar los sitios turísticos, algo lógico, pero eso fue contraproducente para nosotros, que nos quedamos sin hoteles y restaurantes”, rememoraba. Ante esa situación, Martínez decidió confinarse en un bungaló particular que su dueño decidió alquilar ante tal tesitura. “En ese momento solo buscaba el poder salir como fuese”, rememoraba este jiennense que aseguró que los trámites para regresar no hicieron más que complicarse con el paso de los días en la isla.

“Las líneas aéreas cancelaron muchísimos vuelos, porque el espacio aéreo se reducía cada vez más. El problema es que, aún sabiendo que no volarían, los sacaban a la venta en internet y, al día siguiente, incluso una hora antes de tener que despegar, se cancelaba”, explicaba Martínez, que llegó a adquirir hasta tres pasajes diferentes para emprender su regreso a tierras españolas. El último de ellos, en el que pretendía volar hasta Amsterdam para entonces regresar en coche tuvo otra excusa: “Decían que había una regla nueva en Tailandia que aseguraba que si no tenías el test del coronavirus negativo, no podías pisar suelo tailandés ni para hacer un transbordo aéreo”. Algo que era inviable al no haber pruebas para turistas sin síntomas. “Ese vuelo salió solo con dos personas a bordo”, relataba Martínez, que asegura que más de 180 personas se quedaron en la puerta de embarque sin poder acceder. “Perdimos el dinero y los vuelos en estos días han subido su precio hasta cinco veces” apuntaba.

Un regreso que le costó “cerca de 3.000 euros”, una cifra que, según explicaba, es similar al coste del resto de su viaje, de casi un mes de duración y con vacaciones incluidas de por medio. “He tenido que salir por mis propios medios, sin ningún tipo de ayuda, y de forma precipitada porque el tiempo corría en mi contra. Era muy peligroso continuar allí”, sentenció Martínez, que por fin puede volver a sonreír tras esta odisea.

Jaén