Guarda en su casa un arsenal de armas
Los Tédax de la Policía desactivan una antigua granada de mortero y una bomba de aviación
La muerte por causas naturales de un vecino de Linares, de 57 años, puso al descubierto un sorprendente hallazgo. El hombre almacenaba en su casa de la calle Debla, ubicada en la barriada de El Cerro, un arsenal de armas y explosivos. En concreto, unas cincuenta armas, casi todas antiguas, aunque casi una veintena estaba “en perfecto estado de funcionamiento y uso”, según explican las fuentes consultadas. También se hallaron un bazoca con un obús, una antigua granada de mortero y una bomba de aviación. De hecho, la Policía Nacional tuvo que solicitar la intervención del equipo de los técnicos especialistas en desactivación de artefactos explosivos, los “Tédax”, que se desplazaron desde Granada para realizar una detonación controlada.
Los hechos causaron un enorme revuelo en el barrio, uno de los más conflictivos de la ciudad minera. Sorprendió de sobremanera el enorme despliegue de Cuerpos y Fuerzas de Seguridad. Comenzó a media mañana de ayer cuando los vecinos avisaron a la Policía Local porque llevaban varios días sin saber nada del propietario de la vivienda donde estaba el arsenal. Se trata de un hombre que vive solo en esa casa. Los agentes intentaron contactar con él sin éxito. Tampoco pudieron acceder al inmueble, por lo que avisaron a los Bomberos. Una vez en el interior del edificio, los policías encontraron el cuerpo sin vida del varón. Todo apunta a que falleció por causas naturales, según apuntan diversas fuentes consultadas. De hecho, no presentaba signo alguno de violencia.
Lo que hizo saltar las alarmas fue la inspección que realizaron los agentes de la vivienda, que estaba llena de objetos de todo tipo y en la que también había mucha basura: “Es como si tuviera el síndrome de Diógenes”, explica uno de los agentes que participó en el operativo. En una de las habitaciones, se hallaron las armas, muchas de ellas antiguas. De hecho, se encontró una pistola que podría estar datada en el siglo XVIII. En total, había más de 50 entre escopetas, rifles y revólveres. De ellas, casi veinte estaban en perfecto estado de funcionamiento. Entre esos artefactos, los policías encontraron un bazoka, que estaba cargado con un obús. Por ello, dieron aviso a la Comisaría, debido al evidente riesgo de explosión. Fue cuando hallaron la granada de mortero y la bomba de aviación, probablemente procedentes de la Guerra Civil. Al parecer, el propietario de la vivienda era aficionado al coleccionismo de armas antiguas. Tenía licencia para algunas, aunque no para todas. La Policía ha abierto una investigación para tratar de aclarar el origen de este arsenal. El portavoz de la Comisaría guarda silencio sobre el caso.