Experiencias en la naturaleza
La capital ofrece interesantes alternativas de turismo en espacios verdes


La provincia jiennense puede presumir de ser la región de España con más parques naturales en su territorio. Y, su capital, no podría ser menos. La naturaleza que invade el entorno de la misma se entremezcla con los paisajes del olivar para dar un aspecto único a Jaén. Parajes como el cerro de Santa Catalina, el Monte la Sierra o el de Otiñar ofrecen a los jiennenses y visitantes la oportunidad de conocer entornos naturales propios de esta tierra sin necesidad de salir de la circunscripción municipal de Jaén capital.
Situado en la Sierra Sur de este término local, a solo unos 13 kilómetros de la ciudad, se encuentra Otiñar. En este lugar se conservan importantes restos históricos de una aldea medieval de origen árabe. Aunque en la zona se encuentran restos de actividad humana más antigua, que llevan hasta la cueva paleolítica de los Corzos, más de veinte abrigos rocosos con manifestaciones de arte rupestre o el dolmen neolítico del Cerro Veleta. Así, este espacio natural se convirtió en un paisaje construido por la superposición de las diferentes culturas que lo ocuparon a lo largo de 6.000 años. En Otiñar, entre peñas y valles, el entorno se vuelve irresistible para los deportistas que busquen lugares únicos donde practicar senderismo o escalada. De hecho, este paraje se encuentra dentro de la revista “Jaén, Destino Aventura”, una publicación especial lanzada por la Diputación Provincial donde se incluyen numerosos destinos para practicar deportes y actividades al aire libre.
Junto a este paraje también destacan los dos parques periurbanos del municipio. Ambos dotados de gran accesibilidad y con equipamientos recreativos y deportivos. El más cercano a la ciudad se encuentra a las faldas del Castillo de Santa Catalina y se sitúa en el cerro que también lleva el nombre de la patrona de Jaén. Con casi 200 hectáreas de superficie, el parque tiene varias partes dentro del área: el monte Santa Catalina, El Neveral, La Imora y el Almendral. Una zona bañada por el verde de sus altos árboles que no solo es ampliamente visitada durante la celebración de la romería de la patrona de la capital, sino también muchos fines de semana por todos aquellos que buscan volver a conectar con la naturaleza.
Por su parte, el parque periurbano Monte la Sierra lo conforma una superficie de casi 3.000 hectáreas y está surcado por dos valles convergentes, uno, el del río Quiebrajano, y otro, el de la Cañada de las Hazadillas. Esto hace que el paisaje se caracterice por abruptos cambios donde crece la vegetación típica del monte mediterráneo, donde destacan las encinas, los acebuches y los pinares, así como conicabras y sabinas. Las especies de fauna que habitan en este parque periurbano son, sobre todo, la cabra montés y el jabalí, así como pequeñas ardillas y, en el cielo, el águila perdicera y el azor. Esto convierte a Monte la Sierra en uno de los espacios naturales más llamativos de toda la comarca Metropolitana y en una perfecta opción para disfrutar de la naturaleza jiennenses. Cabe destacar, que este paraje está, además, dotado con zonas recreativas con hornillos, mobiliario y otras instalaciones para los visitantes. A esto se suma que Jaén Capital es la ciudad de la que parte la Vía Verde del Aceite, una ruta a través del infinito paisaje del mar de olivos que pasa junto a 13 viaductos metálicos del siglo XIX en un itinerario de 128 kilómetros entre las provincias de Jaén y Córdoba.