Es mejor prevenir y más barato

Más de 1.000 madres y padres se involucran en “Charlas con las ampas”

25 ene 2020 / 11:30 H.
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La demanda de conocimiento e información sobre los riesgos de determinadas conductas, hábitos y, sobre todo, las nuevas adicciones crece en las familias jiennenses. Más de mil padres y madres se han involucrado en los últimos seis años en el programa “Charlas preventivas con las ampas”, del Ayuntamiento de la capital. Está orientado a la prevención de riesgos en menores de edad derivados del uso de las tecnologías de la información y comunicación (TIC), adicciones en diversos ámbitos o conductas problemáticas, entre otros. Las charlas se ofrecen a principio de cada curso a los centros para que elijan las que les interesan de un panel con hasta diez contenidos específicos, entre los que se encuentra también el de la orientación en pautas educativas.

Las que más demanda tienen son las relacionadas con las TIC; las pautas educativas en el desarrollo de los escolares, sus comportamientos y emociones y el problema de las drogas y nuevas adicciones como las ludopatías, explica Rafael López-Sidro López, educador social de los servicios sociales municipales y coordinador del programa Ciudades ante las Drogas. Las charlas se desarrollan en los colegios y también en algunos institutos de la capital.

¿Funciona el programa? ¿Tiene aceptación en las familias? “Las charlas comenzaron hace seis años y, en un principio, participaban unos 6 colegios e institutos. El año pasado ya fueron unos veinte y se involucraron más de mil padres y madres, al menos, en alguna de las charlas. En cuanto a los mediadores de salud, participan uno o dos institutos al año. Creo que estos datos dan un idea del interés que hay”, responde Rafael López-Sidro. Las familias demandan información y pautas por desconocimiento de la casuística y efectos que pueden tener determinados usos y hábitos sobre sus hijos e hijas, fundamentalmente sobre las nuevas tecnologías y sus dispositivos. “Es lo más demandado y lo agradecen mucho”, apunta el educador social. Se da, no obstante, una paradoja que explica: “Suelo decirles a los asistentes a las charlas que acuden los que menos las necesitan, en el sentido de que los que más las necesitan son los que van directamente a los servicios sociales cuando ya tienen el problema con sus hijos”, explica, para incidir en que el potencial del programa es la prevención, esta es esencial para el ámbito familiar y educativo. Prevenir siempre es mejor que curar, consagra el refranero. “Y además es más barato para la comunidad en términos económicos. Una vez se desarrolla el problema en un menor de edad, entra la fase asistencial y eso implica movilizar todos los recursos disponibles”, subraya Rafael López-Sidro.

¿Cuál es el balance del programa? “El balance es positivo, aunque hacen falta más medios. La prevención es la gran olvidada de la Ley de Servicios Sociales andaluza de 2018, que se ocupa mucho más del plano asistencial que del preventivo. Hay que profundizar en las campañas de prevención, que no se pueden hacer así como así. Deben ser más profundas y estructuradas”, responde.

Jaén