El trono de la Virgen de las Angustias ya está restaurado

Cultura destaca el valor cultural, religioso y turístico del arte sacro jiennense

10 sep 2021 / 09:21 H.
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El arte sacro es un bien patrimonial que hay que cuidarlo para disfrutarlo en el tiempo. El último ejemplo de ello es el trono de la Virgen de las Angustias, que ya ha sido restaurado y devuelto a la Catedral de Jaén. El delegado territorial de Cultura y Patrimonio Histórico en Jaén, Jesús Estrella, subrayó el ¿valor cultural, religioso y turístico del arte sacro jiennense que cada año atrae a miles de devotos a los templos de la provincia”. Un valor que, según ha añadido, ha sido reconocido por la Consejería con las nuevas subvenciones para la conservación-restauración e inventario de bienes muebles del patrimonio histórico de carácter religioso en Andalucía, aprobadas por primera vez en 2019. Así, Estrella asistió a la presentación de la restauración del trono de la Virgen de las Angustias de la Real Hermandad Sacramental y Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, Cristo Descendido de la Cruz y Nuestra Señora de las Angustias, con sede en la Catedral de Jaén. Un acto en el que también estuvo el hermano mayor de la cofradía, Manuel Rico.

Este proyecto ha contado con un presupuesto de 37.353 euros, al que la Consejería ha contribuido con una ayuda de 29.882 euros. En total, Cultura y Patrimonio Histórico ha destinado 87.667 euros a la restauración de obras de arte sacro jiennense través de la convocatoria de subvenciones de 2019. El autor del trono restaurado es Francisco Palma Burgos, de la Escuela Española. La obra es de estilo neobarroco y data de 1950. Este trono vino a sustituir uno anterior diseñado por el escultor jiennense Jacinto Higueras y elaborado en los talleres de ebanistería de Jacinto Cruz Fernández, junto a alumnos de la Escuela de Artes y Oficios (José Castillo Ordóñez, Ezequiel Sánchez Gómez y Rafael Baldoy Ruiz). Al parecer la estética fúnebre de la obra no llegó a integrarse con la imagen procesionada y, por tal razón, en 1949 se decidió encargar un nuevo paso al escultor malagueño Francisco Palma Burgos (1918-1985), del que se tenían amplias referencias por los trabajos que venía realizando en Úbeda. El malagueño diseñó un modelo con forma piramidal truncada que, con sus dos metros de altura, actúa de peana para la imagen, convirtiendo a esta pieza en uno de los tronos más singulares de la Semana Santa jiennense.

En 1980 se le colocaron varales para ser portado por 60 personas y se le incorporaron cantoneras en 1988. En 1993 se modificó su longitud incrementándola. Los extremos de estos varales están rematados con otras molduras talladas y plateadas siguiendo el estilo del resto del trono. La última restauración con carácter científico estaba documentada entre 1999 y 2001.

EL OBJETIVO DE PERDURAR EN EL TIEMPO

El objetivo del actual proyecto ha sido devolver la estabilidad a la obra para contribuir a su permanencia en el tiempo, así como sensibilizar a la ciudadanía en la importancia de la conservación y restauración del patrimonio cultural religioso en el ámbito cofrade.

El proyecto ha incluido tratamiento del soporte contra insectos xilófagos

Jaén
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