El Papa califica de “buen obispo” al prelado de Jaén

Elogia la actitud pastoral de Amadeo Rodríguez ante un cristiano transexual que sufría por su condición sexual

04 oct 2016 / 16:16 H.

Las conversaciones del Papa Francisco con los periodistas que le acompañan en los viajes por el mundo vienen siendo una fuente inagotable para conocer su pensamiento personal en materias delicadas. Se sabe que estas opiniones, aunque relevantes por quien las expresa, no tienen rango magisterial, como viene repitiendo un amplio sector de la curia no afecto a la línea de Bergoglio y que es más amplio de lo que se cree.

Tampoco él pretende dogmatizar, pero nadie puede negarle su derecho a opinar. Esta vez el actual obispo de Jaén, Amadeo Rodríguez Magro, fue calificado por el propio Papa como “un buen obispo”, al responder a la pregunta de un periodista sobre el tema de la “identidad sexual” de algunas personas. La alusión al prelado jiennense se remonta a su anterior etapa como obispo de Plasencia cuando acogió, escuchó y ayudó a un cristiano de su diócesis que acudió a él para exponerle el sufrimiento que arrastraba desde pequeño por su condición sexual y cómo lo rechazaba la Iglesia. El Papa, en sus declaraciones, no ha entrado a valorar un asunto de tal envergadura doctrinal, sino que ha calificado la actitud misericordiosa del obispo que actuó como un buen pastor. “Jesús no diría: tú márchate porque eres homosexual”. Y continuó diciendo: “ Y, por favor, no vayan a decir que el Papa santificará a los transexuales. Ya estoy viendo las primeras planas de los diarios”.

Para el Papa se trata “de un problema humano, moral y que hay que resolver con la misericordia de Dios, con la verdad, pero siempre con el corazón abierto”. Y, como ejemplo, recordó la anécdota relacionada con el obispo Amadeo Rodríguez contando que, el año pasado, recibió una carta de un español que le contaba su historia de niño y de joven. Se sentía chico, pero era físicamente una chica. Se hizo la operación y, en la actualidad, es empleado público.

Con el sufrimiento en su interior, pues se sentía cristiano, fue a ver a su obispo, que era el titular de la Diócesis de Plasencia, Amadeo Rodríguez Magro, hoy destinado en Jaén. Y contó el papa que este “buen obispo” lo escuchó, lo acogió, gastó mucho tiempo conversando con él y le escribió al Papa pidiéndole que lo recibiera y lo escuchara. Menos mal que encontró a este “buen obispo”, porque recordaba también el papa que “esta persona, siendo niño, el cura de su barrio le gritaba desde la acera cuando lo veía en la calle diciéndole: ‘¡Te vas a ir al infierno!’.

El entonces obispo de Plasencia corrió con los gastos de viaje y estancia de este joven en Roma para entrevistarse con el Papa. Puestos en contacto con el obispo Amadeo Rodríguez, ha mostrado su sorpresa por las palabras del Papa, a la vez que destaca que, como decía el Evangelio del pasado domingo: “Somos siervos humildes y hemos hecho lo que teníamos que hacer”. Eso ya es historia, una historia entrañable a la que tuve que hacer frente como pastor y no como legislador. Por último, manifestó que es la misma actitud que mantiene en esta nueva diócesis a la que está empezando a amar cada día más.