El olivar tradicional, lejos de la rentabilidad

El olivar tradicional no pasa por su mejor momento. La forma de cultivo más predominante en la provincia jiennense se encuentra en una situación crítica debido a que está muy lejos de ser rentable. Esta es una de las conclusiones a las que ha llegado la Cátedra Caja Rural de Jaén José Luis García-Lomas Hernández de Economía, Comercialización y Cooperativismo Oleícola de la Universidad de Jaén, que publicó el primer Informe Anual de Coyuntura del Sector Oleícola después de sus estudios en la actividad agrícola. El catedrático de Comercialización e Investigación de Mercados de la UJA y director de la Cátedra, Manuel Parras, explicó: “Es un documento en el que se aborda la situación y evolución reciente del sector y se proponen estrategias de futuro que contribuyan a la modernización del olivar y a hacerlo más competitivo, de manera que genere renta y empleo, bienes públicos y dinamice los territorios oleícolas”.

Este primer informe, en el que ha participado una veintena de investigadores de la Universidad, se estructura en torno a cuatro grandes apartados, en los que se analizan cuestiones como la estructura de la cadena de valor de los aceites; el marco regulador europeo de la comercialización del producto; la situación y evolución de los distintos tipos de olivar; la oferta de aceites por tipos, los costes de producción y las estrategias para reducirlos; los precios en origen y destino, mostrando la diferencia entre los valores que perciben los productores y los que pagan los consumidores; la situación y evolución de la demanda y el comercio exterior; las tendencias en el consumo de alimentos y de aceites de oliva; la digitalización del sector, etcétera. Unos temas sobre los que la Cátedra ha estudiado para conocer de primera mano en qué fase se encuentra el olivar y cuál es la solución de crecimiento.

De esta manera, la Cátedra concluye que los costes de producción, calculados en condiciones de manejo óptimo de las explotaciones y para unas superficies medias-grandes, oscilan entre 2,5 y 3,21 euros el kilo de aceite en el olivar tradicional no mecanizable; entre 2,11 y 2,30, en el olivar tradicional mecanizable de secano; entre 2,00 y 2,13 en el mecanizable de regadío; de 1,38 a 1,74 en el olivar intensivo de secano; entre 1,15 y 1,55 en el intensivo de regadío, y de 0,963 a 1,37 en el superintensivo. Con esta perspectiva y con los precios actuales que oscilan en torno a los dos euros, se puede ver que la recolección predominante en la provincia no es rentable en la actualidad. Asimismo, con la metodología del último de los trabajos de la Cátedra, los costes oscilan entre 2,05 y 2,87 euros el kilo, para olivar de campiña. Estos gastos aumentan, en aquellos que están en montaña.

Finalmente, el informe recoge dos monográficos, uno dedicado a analizar los distintos tipos de negocios oleícolas que han surgido fruto de la expansión del olivar en los últimos años, y otro al oleoturismo, una estrategia de diversificación “concéntrica” con mucho potencial, si no se confunden “recursos turísticos” con “productos turísticos”. Una especial atención se presta a los motivos de la actual situación de precios bajos en origen, apuntándose el estancamiento de la demanda mundial, debido a la reducción del consumo en los principales países productores, como la causa principal.