Detenido tras una persecución de 40 kilómetros por la autovía
La Guardia Civil persiguió al sospechoso desde la capital hasta Campillo

La Guardia Civil de Jaén y la Policía Nacional han detenido a un hombre, de unos 50 años, tras unas espectacular persecución por la A-44, que se prolongó durante casi cuarenta kilómetros. Comenzó en la capital jiennense y el sospechoso fue interceptado en el cruce de Campillo de Arenas, ya en el límite con la provincia de Granada. Allí, los motoristas del Instituto Armado que lo perseguían consiguieron sacarlo de la carretera. Como consecuencia de esta acción, el conductor del vehículo tuvo que ser trasladado al Hospital para su evaluación, si bien no presenta lesiones de gravedad, tal y como confirman las fuentes consultadas.
Lo llamativo de la historia es que la persecución comenzó después de que el hombre, presuntamente, cometiera un pequeño hurto en un comercio, ubicado en la calle Huelma del Polígono de Los Olivares. En concreto, trató de llevarse un maletín de herramientas, valorado en poco más de cien euros. No obstante, uno de los empleados se percató de la sustracción y le llamó la atención al ladrón. Entre ambos se produjo una discusión acalorada, en la que el sospechoso trató de marcharse. Mientras tanto, otro trabajador dio aviso a la Policía Nacional y a la Policía Local. Cuando el autor del robo se dio cuenta de que los agentes estaban llegando al lugar, se montó en una furgoneta, al parecer, robada y pisó a fondo el acelerador. Un subinspector de Policía Local intentó darle el alto un poco más adelante, en concreto, en la calle Cazalilla. El sospechoso casi se lo lleva por delante. De este modo, logró romper el cerco y escapar hacia la autovía, en dirección hacia Granada. Varias dotaciones, entre ellas un coche camuflado, salieron en su persecución con las señales acústicas y luminosas encendidas. No obstante, el conductor hizo caso omiso de las órdenes. Las fuentes consultadas explican que circuló a toda velocidad y que, incluso, puso en peligro la integridad de otros usuarios de la vía con varias maniobras de riesgo. Para entonces, la Guardia Civil se unió la persecución. Una patrulla de motoristas vio la furgoneta en el kilómetro 64. Finalmente, lograron darle alcance en el cruce de Campillo de Arenas. Literalmente, lo sacaron de la carretera. Una de los motos del Instituto Armado resultó dañada. El hombre, un vecino de Valencia con antecedentes, fue detenido. Su huida se prolongó, exactamente, durante 40 kilómetros. Permanece en los calabozos de la Comisaría.
Cuando se percató de la presencia policial en el negocio donde estaba robando, el ladrón se montó en un vehículo que, a su vez, figuraba como sustraído. Se trata de una furgoneta. En principio, se pensaba que podía estar ocupada por más de una persona. Sin embargo, cuando fue interceptada en Campillo de Arenas, se comprobó que solo viajaba el conductor.