Detenido por exportar kilos de cocaína con “mulas”
Presuntamente, el jiennense arrestado forma parte de una banda criminal que traficaba por toda Europa e Israel

En el argot policial, una “mula” es una persona que transporta droga en el interior de su organismo. La Guardia Civil ha desarticulado una organización criminal que, presuntamente, se dedicaba a enviar cocaína a varios países europeos y a Israel utilizando este peculiar medio de transporte. Hay diez detenidos, entre los que se encuentra un jiennense, un vecino de Pozo Alcón, al que los agentes le encontraron unos 120 gramos de “farlopa” en el registro de su vivienda. Los investigadores del Instituto Armado le asignan un papel menor en una banda que, supuestamente, movía la cocaína por kilos. Al parecer, era el distribuidor que tenía la banda para la provincia de Jaén. En total, hay diez detenidos —siete hombres y tres mujeres, de entre 25 y 51 años, dominicanos y españoles—.
La operación, denominada “Fumigar”, comenzó hace unos meses, después de detectarse un punto de venta de cocaína en el municipio granadino de Churriana de la Vega. Pronto se vio que era algo más que un simple lugar de abastecimiento al “menudeo”. La Guardia Civil sostiene que era una trama criminal perfectamente organizada y jerarquizada. Unos miembros se encargaban de la seguridad durante los transportes; otros eran utilizados como “mulas” para llevar la droga; y un tercer grupo se encargaba de enviar los beneficios de la venta a la República Dominicana, fraccionando el dinero en pequeñas transferencias para no levantar sospechas.
En los registros efectuados por la Benemérita —entre ellos el de Pozo Alcón—, se ha desmantelado un laboratorio de cocaína y se han incautado 1,3 kilos de “cocaína”, más de 3,5 kilos de productos químicos precursores y sustancia de corte; balanzas de precisión, varias prensas y moldes, hachís, 20.000 euros en efectivo, seis vehículos habilitados con dobles fondos y 23 móviles.
Los detenidos, al parecer, captaban a parejas de mediana edad y sin antecedentes policiales entre personas con escasos recursos económicos. Los “contrataban” para que trabajaran como “mulas”, es decir, para que transportaran la cocaína en el interior de su cuerpo. Los llevaban hasta los principales aeropuertos españoles y los embarcaban con destino a cualquier ciudad europea. Hay constancia de que la banda organizó, al menos, veinte viajes de “mulas” con droga a Londres, Basilea, Ginebra, Nantes, Stuttgart y Tel Aviv. También se ha descubierto que los envíos más importantes de “farlopa” los realizaban ellos mismos en los vehículos con doble fondo.
La operación explotó cuando se tuvo constancia de que uno de los cabecillas del grupo se trasladaba a Barcelona con dos “mulas” para que viajaran al extranjero, en concreto a Israel. Por ello, la Guardia Civil avisó a la policía judía, que los detuvo a los jóvenes en el aeropuerto de Tel Aviv con más de medio kilo de cocaína oculto en su organismo. Se les imputan delitos contra la salud pública y pertenencia a grupo criminal.