Confirmada la condena a más de 30 años de cárcel por violar a sus dos nietas

El acusado empleó la “intimidación” y la “amenaza” para “vencer la resistencia que las menores pudieran oponer”

22 nov 2025 / 11:09 H.
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El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha confirmado íntegramente la sentencia de la Sección Tercera de la Audiencia de Jaén que febrero de este año condenó a un hombre de 64 años a 30 años y medio de cárcel por violar durante cuatro años a sus dos nietas menores de edad, desde que éstas tenían 6 y 10 años. La defensa del acusó recurrió en apelación interesando la revocación de la sentencia y el dictado de otra en la que se acordara la absolución del acusado o, subsidiariamente, la imposición de la pena de cinco años de prisión por cada uno de los delitos de agresión sexual.

Lo hizo esgrimiendo motivos como la supuesta vulneración del derecho a la presunción de inocencia, falta de motivación de la prueba o infracción de los criterios de imputación, todos ellos rechazados por el TJA en una sentencia que ha sido recogida por Europa Press. De esta forma, el TSJA señala que “tras la valoración de todo lo actuado, se encuentra en condiciones de avalar sin fisuras que, en efecto, las menores carecen de cualquier móvil distinto al mero relato de la verdad para asegurar lo que en todo momento afirmaron”. El alto tribunal andaluz respalda en su integridad la sentencia de la Audiencia de Jaén que condenó a este hombre a 30 años de prisión como autor de dos delitos continuados de agresión sexual con intimidación y prevalimiento de parentesco. A ello le suma, otros tres meses de cárcel por un delito de maltrato y otros tres meses más por un delito de tenencia de pornografía infantil.

Por contra, le absolvió de dos delitos continuados de amenazas, de otros dos delitos de lesiones psíquicas y del delito leve de lesiones por los que también venía siendo acusado en esta causa. Como accesoria, la sentencia le imponía la prohibición de comunicarse o acercarse a las niñas durante diez años por encima de la pena de prisión una vez cumplida, así como otros diez años de libertad vigilada y un año de privación del derecho a la tenencia y porte de armas. En concepto de responsabilidad civil, deberá indemnizar a cada una de las menores en 50.000 euros por los daños morales y perjuicio causados a las dos niñas.

Los hechos se remontan al mes de mayo de 2018 y se extendieron hasta enero de 2023. Para lograr el silencio de las niñas, el abuelo les decía que “si contaban algo las mataría a las dos, a su madre y a su abuela”, lo que causó “una situación de temor absoluto en las menores”, que no se atrevieron a contarlo hasta el 1 de febrero de 2023. Además de por las agresiones sexuales, la sentencia le condena por un episodio de malos tratos a una de las niñas a la que en plena calle “agarró fuertemente de los hombros y la empujó contra una pared”. A todo ello se le suma que al procesado le fue intervenido un teléfono móvil en el que, tras su análisis, fueron halladas imágenes pornográficas de un niño menor de edad y un vídeo de su nieto de cuatro años desnudo en el que el acusado le pide que baile.

El TSJA confirma que las violó en “innumerables ocasiones”

Aunque el acusado se declaró inocente en el juicio celebrado el pasado mes de enero, la sentencia confirmada por el TSJA recoge como probado que el acusado en “innumerables ocasiones” violó y sometió a todo tipo de prácticas sexuales a sus dos nietas y lo hizo “aprovechando su relación de parentesco y las numerosas ocasiones en las que estaba a solas” con ellas puesto que los padres las dejaban a su cargo cuando ellos trabajaban. Añade que el acusado empleó “la intimidación” y “la amenaza” para “vencer la resistencia que las menores pudieran oponer para la ejecución de los actos de naturaleza sexual”, hasta el punto que las amenazaba con matar a su madre y a su abuela si contaban algo. El acusado se defendió en el juicio diciendo que “todo era mentira”, pero el tribunal establece que el testimonio de las dos menores, con todo lujo de detalles sobre las prácticas a las que las sometió su abuelo, “permite tal grado de certeza que constituye prueba de cargo suficiente para el dictado de una sentencia condenatoria”.

La declaración de las menores se llevó a cabo en el juicio con la reproducción de la declaración que en su día realizaron bajo prueba preconstituida. Las menores detallaron con sus palabras numerosas violaciones y agresiones físicas supuestamente perpetradas por su propio abuelo, la persona que de vez en cuando tras violarlas les daba dinero. “Nos daba cinco euros o nos compraba ropa”, señalaron las niñas.

“Mil veces me lo ha hecho”, dijo la hermana mayor, que apuntó que ella y su hermana pequeña hicieron un pacto para no contarlo hasta que el abuelo muriese porque él las amenazaba con matar a sus padres y a su abuela si contaba algo de lo que estaba ocurriendo. Fue la hermana mayor, la de 12 años, la que contó a unas amigas del colegio lo que le hacía su abuelo y éstas a su vez se lo contaron a una maestra que fue la que dio la voz de alarma y puso el caso en conocimiento de la familia, a la que las niñas nunca habían dicho nada.

La madre de las menores, que declaró protegida por un biombo que le separaba del acusado, contó que las menores se quedaban “muchas veces” con el acusado. “¿Quién iba a pensar?”, dijo la madre, que hizo hincapié en que ella quería a su padre “con locura” y que en ningún momento se le pasó por la cabeza por lo que estaban atravesando sus hijas. “Como madre y como hija esta situación fue horrible, fue una decepción, era una persona a la que yo quería porque era mi padre y como madre me sentí fatal porque eran mis hijas”, declaró la acusada ante el tribunal, al tiempo que rechazó que existieran enfrentamientos familiares como argumentó el acusado.

Una de las condenas más elevadas de la Audiencia de Jaén

La condena a este abuelo ha sido hasta el momento una de las más elevadas en penas impuestas por la Audiencia de Jaén por este tipo de delitos y teniendo en cuenta que son dos víctimas menores de edad. Otra sentencia similar fue la que dictó la Audiencia de Jaén en 2007 cuando condenó a un padre de 49 años por violar a su hija durante ocho años y abusar sexualmente de otra de sus hijas, ambas menores de edad. En este caso la condena fue de 33 años de prisión por un delito de maltrato habitual en el ámbito familiar, dos delitos continuados de agresión sexual y un delito de abusos sexuales. La indemnización fijada entonces fue de 140.000 euros para las dos hijas.

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