Carmen Crespo: “El ministro debe escuchar la voz unánime del agricultor y ganadero”

Su principal llamamiento se centra en conseguir que el Gobierno central tenga en cuenta las alegaciones presentadas por la comunidad andaluz en el marco del Plan Estratégico por el que se regirá la implantación de la Política Agraria Común (PAC), sobre todo las que tienen que ver con los ecoesquemas y las regiones productivas

24 sep 2022 / 17:49 H.
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LA ENTREVISTA

Eso de que la experiencia es un grado se nota en quien tiene la suerte de continuar un trabajo una vez que se produce un paréntesis. Tal es el caso de Carmen Crespo Díaz (Adra, Almería, 1966) al frente de la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, una cartera con grandes retos por delante por culpa del revuelo ocasionado por la estructural sequía y el cambio de normativa de la política que rige las ayudas europeas. Tiene claro cuáles son los objetivos, a quién a que ayudar y, por supuesto, barre para casa.

Muestra especial preocupación por la sequía, para la que trabajará por el aprovechamiento de las aguas regeneradas y por conseguir fondos Next Generation encaminados a invertir en infraestructuras hidráulicas, además del incremento de los costes de producción en el sector agrícola, ganadero y pesquero. Está convencida de que el aforo de la próxima cosecha de aceituna se verá reducido por la falta de precipitaciones y propone alternativas para paliar la situación.

“El aceite significa empleo”

—¿Cómo ha empezado este segundo mandato?

—La verdad es que con mucha responsabilidad, porque la situación, fundamentalmente en el agua, no es halagüeña para nuestra comunidad. Esperamos que todas las obras que tenemos en marcha den sus frutos y, sobre todo, que llueva, que es lo peor que llevamos. Estamos a punto de empezar a trabajar con una nueva PAC, que se negoció en la anterior legislatura, por lo que no pierdo la esperanza de que las alegaciones de Andalucía entren. Hemos pedido una reunión bilateral con el Ministerio para intentar corregir esos acuerdos a los que hemos llegado por unanimidad de todas las organizaciones agrarias y cooperativas y estamos ilusionados en que se tengan en cuenta. Y, por último, aunque a Jaén no le afecta, tenemos un problema en la pesca con el arrastre, una dificultad con la Unión Europea enorme. Quiero agradecer al presidente de la Junta de Andalucía la nueva responsabilidad, es muy bonito lo que estamos haciendo, con obras que pusimos en marcha en la anterior legislatura y que en esta ya empiezan a estar terminadas.

—¿Ya empiezan a recoger los frutos sembrados?

—Por supuesto. Yo creo que el trabajo bien hecho, como el caso de las obras hidráulicas, tiene siempre su recompensa y el esfuerzo es conjunto. Tenemos una hoja de ruta con el Pacto del Agua y ahora necesitamos actuaciones adicionales que, de forma urgente, alivien la situación de sequía. Esto es lo más preocupante.

—¿De verdad cree que, a estas alturas, puede haber marcha atrás en la aplicación definitiva del Plan Estratégico de la PAC?

—Yo creo que el ministro lo tiene muy claro, no es flexible en ese sentido y yo creo que, en aras a la colaboración entre administraciones, se equivoca. En estos momentos, sin embargo, se pueden admitir las alegaciones.

—¿Cuáles son las prioritarias?

—La agrupación de las regiones productivas y un mayor número de ecoesquemas. Eso se puede asumir perfectamente para que, zonas como La Loma de Jaén, no pierdan dinero. Si ninguna comunidad autónoma pierde dinero con la PAC, ¿por qué tiene que hacerlo Andalucía? Somos uno de cada tres de los perceptores de las ayudas. La provincia, en su conjunto, verá mermadas las subvenciones en un trece por ciento. Nosotros, además, lo hicimos bien en la anterior PAC, por lo que yo no pierdo la esperanza de negociar la admisión de algunas de ellas que permitan amortiguar la pérdida de quinientos millones de euros en nuestra región en el siguiente periodo.

—¿Tiene respaldo de alguna otra comunidad autónoma?

—Las que no pierden no dicen nada, pero sí es verdad que muchas se han mostrado contrarias a algunas decisiones. Nosotros hemos intentado negociar siempre. De hecho, la PAC empezó con una pretensión de tasa plana, lo que hubiera sido un desastre para el olivar y para Andalucía. Hemos revertido la situación en un 75% y, ahora, no nos conformamos con no revertir ese 25% que son los escoesquemas y las zonas productivas. Y una cuestión que hemos pedido es que los ecoesquemas no se conviertan, en este momento, en un coste de producción más para el agricultor, que está deseoso de hacer prácticas medioambientales, pero que necesita tiempo y recursos económicos.

—El ministro ha hecho un llamamiento a la responsabilidad colectiva de las comunidades para que la implantación sea un éxito. ¿Qué le responde?

—Nosotros no vamos a tener problema en la implantación, somos responsables como Administración pública y vamos a ponerla en marcha como se merecen los agricultores y los ganaderos, como siempre hace Andalucía, pero también pedimos responsabilidad al ministro para que escuche la voz unánime de los agricultores y ganaderos de Andalucía. Son detalles que añadirán tranquilidad.

—¿Cuáles son las principales preocupaciones que le traslada el sector en las reuniones?

—Hemos tratado, fundamentalmente, la sequía y, por tanto, somos del criterio que no se puede desdeñar ninguna fuente hídrica, es decir, que todas en Andalucía, con un problema estructural como consecuencia del cambio climático, se pueden aprovechar. Juanma Moreno lo hizo muy bien en la legislatura anterior, con 1.500 millones de euros en infraestructuras puestas en marcha y 141.000 millones para los decretos de sequía, como el aprobado en el Parlamento en el último pleno del mandato anterior. El Guadalquivir sólo ha puesto 9,6 millones de euros y creemos que se tiene que ampliar. Es importantísimo. Nosotros, por nuestra parte, vamos a hacer un sobreesfuerzo, como los 131 millones de euros en Jaén, pero todas las administraciones tienen que arrimar el hombro. Se me ocurre una obra clave como es la Presa de Siles, donde todos tenemos que ayudar, pero hay una institución que es la competente para quitar la presión que tiene una obra sin dotación de agua.

—En la práctica, ¿qué puede hacer la Junta de Andalucía para paliar los problemas derivados de la sequía?

—Primero, no desdeñar ninguna fuente hídrica, es decir, los trasvases y transferencias son fundamentales, en el caso de Andalucía, hacia el norte de la provincia de Almería, donde está cortado el regadío y se sigue con el abastecimiento. También tenemos que apostar por el agua desalada en la costa y la depurada. Las aguas regeneradas son una gran oportunidad y, aunque es difícil la situación, nos tenemos que plantear la creación de 120 hectómetros y ya estamos poniendo a disposición de los regantes este tipo de aguas. No nos podemos olvidar de la modernización de los regadíos y la eficiencia energética en una provincia como la de Jaén. ¿Qué pedimos? Más Next Generation. En el listado de 110 actuaciones, Andalucía ha incluido la Presa de Siles, por ejemplo, una oportunidad para nuestro país y para nuestra comunidad. La Junta de Andalucía está muy contrariada en estos momentos por la decisión de no poner en marcha la doble tarifa eléctrica para el regante, que está en la Ley de la Cadena Alimentaria y que es fundamental en estos tiempos de costes de producción elevados y de un coste de la energía desorbitado.

—¿Cómo se puede luchar contra la subida de los costes?

—Tenemos la medida 22 en ciernes, incluso hemos pedido la 23 por la sequía y fuimos pioneros en solicitar la 21 por la covid. El objetivo es conseguir ayudas y, para que el vecino jiennense no sienta tanto el incremento de los precios en la cesta de la compra y el agricultor en los costes de producción, hay que bajar los impuestos. Unos no piensan que esa es la solución, pero nosotros sí estamos seguros.

—¿Y la ganadería?

—Hay que darle una especial atención. Por eso muy pronto sacamos ya la línea de ayuda para los abrevaderos de nuestros ganaderos, muy esperada y necesaria.

—El Gobierno destaca el esfuerzo inversor que realiza para mitigar los efectos de la sequía en el sector agrícola, ganadero y pesquero. ¿Es insuficiente?

—Creemos que es insuficiente, porque en estos momentos se han destinado al agua muy pocos recursos de los fondos Next Generation, que no son del Estado, sino de la Unión Europea, pero da igual, lo importante es que son para nuestro país. Apostamos por una reprogramación en el Ministerio de Agricultura.

—La alerta es máxima por la poca cosecha que se espera de aceituna y el exceso de enlace de campaña. ¿Le preocupa que llegue a faltar aceite?

—Claro. Yo considero que en el equilibrio está la virtud. Es verdad que muchas veces nos quejamos del desequilibrio de los precios con la abundancia de un aforo alto, pero nosotros somos grandes exportadores, el precio se ha mantenido de forma justa y lo que queremos es que el aforo sea equilibrado, pero no será así por la falta de lluvia. Todo indica que será corto, pero nos interesaría el equilibrio entre el precio y la producción para continuar vendiendo al exterior con la máxima calidad. El aceite es empleo en Jaén.

—Se tendrá que compensar la reducción de los jornales...

—Vamos a ver cuál es el aforo y, desde luego, habrá que bajar las peonadas, como en anteriores ocasiones. Necesitamos alternativas laborales y, aunque no es mi departamento, lo tengo claro. Es el momento, además, de segur con la innovación, porque exportamos aceite y tecnología y, en este sentido, el Centro de Referencia del Aceite de Oliva será seña de identidad en esta legislatura.

—Primero fue la pandemia, ahora la guerra de Ucrania... ¿Se nota en el campo?

—Sí, en la inflación, la subida de los costes, el menor poder adquisitivo... Pero nosotros somos positivos, porque Andalucía está creciendo por encima del resto de comunidades. Tenemos que agudizar el ingenio para atraer inversiones.

—Los ganaderos están sacrificando animales por la falta de pienso y reclaman apoyo de las administraciones. ¿Qué les puede decir?

—Sí, ya la medida 22 va, precisamente, para ello. Nos tenemos que acordar, ahora, de las tierras en barbecho para que, cultivos abandonados por el bajo precio, se recuperen. Es la única forma de acceder al grano con vistas al futuro.

—También hay quejas por la falta de inversión para prevenir los incendios forestales...

—Fui consejera de Medio Ambiente y sé que hay una oportunidad. Hay un Plan de la Caza Andaluz que tiene que estar equilibrado con las zonas rurales, que son nuestra prioridad. La fórmula para tenerlas vivas es a través de las zonas forestales y la ganadería. Hago una queja basada en mi creencia que tiene que ver con la introducción de las emisiones industriales de la ganadería de Europa y hemos pedido que se cambie, porque se trata de un sector vital para los municipios y contra la despoblación. No distinguir la ganadería extensiva es un error mayúsculo.

—¿Hay alguna buena noticia en para el campo?

—El campo genera buenas noticias porque se reinventa constantemente. Hemos pasado ya varias crisis y los agricultores y ganaderos siempre han apostado por el futuro con modernizaciones sorprendentes. La Junta ayudará a que sean rentables sus explotaciones y, sobre todo, que se incorporen muchos hombres y mujeres a nuestra actividad agraria y ganadera. Somos el 12% del PIB y un 10% del empleo. No nos queda otra que ayudarles y vamos a pelear todo lo que sea de nuestra competencia. No se puede trabajar en contra del campo.

—¿Ha cambiado Jaén en los últimos cuatro años?

—Jaén es una provincia a la que le prestamos mucha atención, está en el centro de las políticas del Gobierno de Andalucía y siempre aparece en las reuniones. Son 842 millones los que nos hemos dejado en la anterior legislatura. Yo veo a esta tierra como centro de atención de las políticas de la Junta, se notó en el anterior mandato y se notará en este. Lo tenemos todos los consejeros muy claro.

Jaén