“¿Apreciáis diferencias entre las mujeres que viven en el mundo rural y las que lo hacen en la ciudad”
Las participantes de la tertulia “Mujer y sociedad. Feminismo y empoderamiento” reflexionan sobre las desigualdades al respecto

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Cuarta pregunta de la tertulia “Mujer y sociedad. Feminismo y empoderamiento”: ¿Apreciáis diferencias entre las mujeres que viven en el mundo rural y las que lo hacen en la ciudad?
“Nuestro mayor compromiso está con los municipios de menos de 20.000 habitantes”, comunicó Francisca Medina, incidiendo en que “hay un esfuerzo importante para que todos los ayuntamientos tengan, como mínimo, un plan local de igualdad entre hombres y mujeres en su municipio, dentro de ese trabajo de consenso entre distintas asociaciones, personal técnico y la estructura que puedan formar”. Recordó así el Premio Meninas concedido a Beas de Segura por su labor en este sentido. Por otra parte, puso en valor a las asociaciones de mujeres, “que dinamizan todo el municipio”, que están “muy involucradas”, y que el momento de su creación, hace algunas 35 años, “era la manera de sacar a las mujeres de la casa”. Un trabajo continuado en el tiempo con el que “las diferencias entre el mundo rural y el urbano se van acortando, pero aun así el mundo rural tiene un largo recorrido por delante”, concluyó Medina.
“Sí hay diferencia entre las mujeres que viven en el ámbito rural y las que viven en la ciudad”. Así de concluyente fue Esperanza Pérez, apreciando que “la mujer en el ámbito rural ha estado más callada, más sometida, por lo que le ha resultado muy complicado denunciar, porque incluso a lo mejor los padres le han dicho que no lo hiciera”. Aun así, Pérez se mostró positiva, ya que “ese sentido que se tenía se está superando, porque ya conocen muchas noticia, a través de las que conocen muchos derechos”. “Se está superando y posiblemente desaparezca en un futuro ese concepto que se tiene de la diferencia entre el ámbito rural y el urbano”, concluyó la magistrada.
A la pregunta de la adjunta a la Dirección Manuela Rosa, Gracia Rodríguez lo tuvo claro. “¿Aprecian diferencias entre las mujeres en entornos rurales y urbanos”. “Lo tienen mucho más complicado allí porque es todo más cerrado”, manifiesta la fiscal, que añade: “Después de viajar por distintas ciudades y provincias de Andalucía y España, donde he hablado sobre el tema, me he dado cuenta de que en Jaén tenemos ocho cámaras gesell que abarcan casi todos los partidos judiciales. En Granada hay una, en Málaga una y sigo... Algo haremos bien.
“Hay mucho que decir. Hace treinta años, una de las primeras jornadas que organizamos versaba sobre las mujeres en entornos rurales. De aquella experiencia puedo decir que, a vista de los resultados después de tanto tiempo, veo un avance muy importante. En muchísimas sentidos, las diferencias se han reducido. Pero me gustaría poner el foco en el ámbito cultural, porque no todos los pueblos son iguales, allí donde la cultura está muy arraigada y se ve como normal, pero hay poblaciones que sufrieron un avance muy grande con independencia de su tamaño”, sostuvo Esther López.
María del Mar Shaw tiene claro que hay diferencias. A nivel de atención a víctimas, “la orgánica contra la violencia de género establece un juzgado específico donde hay una juez formada permanentemente y que además elige”, especificaba, advirtiendo que en Jaén, “eso solo se da en la capital”. “En el resto de la provincia son juzgados que le dan las competencias en violencia, ni tiene la obligación de formación, ni tiene que estar sensibilizado, les ha tocado y ya está”, lamentó. Recortes que también se dan el las fuerzas de seguridad del Estado, ya que la mujer rural “se ve obligada a llamar a un teléfono, en el que atienden quizá dos días en semana. “No es lo mismo ir a Jaén donde tienes un servicio especializado en mujeres y familia, en el que el personal de la Policía está formado expresamente, es muy distinto”, expresó. A ello le sumó el ámbito laboral, en el que es “mucho más complicado”. Aun así, quiso poner en valor las asociaciones de mujeres en los pueblos de la provincia: “Han sido su reducto, su forma de formarse, de concienciarse, de sensibilizarse”, concluyó María del Mar Shaw.
“Creo que hay diferencias. Ya son muchas las mujeres que se van a la capital a estudiar. Antes era... ¿Dónde vas a estudiar tú? Hoy en día, por ejemplo, casi todas mis compañeras vienen del pueblo. Compañeras mías de la carrera, las que vivíamos en la capital, no teníamos que faltar o saltarnos en la época de la aceituna. Las mujeres tenían que ir a ayudar”, explicó Rosario Sabariego. “Yo, por ejemplo, en el tema de la poesía, sí veo algo a favor de la mujer. Muchas mujeres, amas de casa, que han sufrido violencia de género, utilizan la poesía para expresar sus sentimientos. Hay muchas poetas que pertenecen al ámbito rural, hay diferencias y lo tienen más complicado porque, al final, la urbe está llena de servicios, incluso en muchos sitios rurales tienes que ir al pueblo más cercano en busca de los servicios más básicos”, sentenció.