¿Alguien sabe a qué huele el aliento de un dragón?

Los jiennenses se congregan en torno a la hoguera y ver arder la dragón, o al gran lagarto, creado por profesores y alumnos de la Escuela de Arte José Nogué

17 ene 2023 / 19:39 H.
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¿Alguien sabe a qué huele el aliento de un dragón? La muestra estadística sobre la que se ha trabajado no es suficiente para determinarlo, pero al que ardió ayer en la hoguera institucional de San Antón, celebrada en la Plaza de San Juan de Jaén, le olía a pólvora, responsable de la humareda roja que desprendía su boca pocos minutos antes de ser engullido por lo que parecían sus propias llamas. De este modo, el Ayuntamiento cumple con la tradición tras encender la lumbre oficial de este San Antón, la única que mantiene viva la tradición de arder el 16 de enero, día de la efeméride. Los encargados de prender el dragón —demasiado grande para quedarse en simple lagarto— fueron el propio alcalde, Julio Millán, y el concejal de Cultura y Turismo, José Manuel Higueras, que estuvieron acompañados de la segunda teniente de alcalde, África Colomo, y los concejales Javier Padorno y Eva Funes.

Además, participaron en su encendido alumnado y profesorado de la Escuela “José Nogué”, que con su director, Manuel Molina, al frente, recrearon la figura del enorme reptil en las últimas semanas, una falla que finalmente fue quemada en la lumbre, hasta la que se acercaron un buen número de vecinos de San Juan y de otros barrios de la capital, que también participaron en la programación de actividades propuesta por el Ayuntamiento para lo que ya pueden empezar a denominarse fiestas de San Antón, pues de un día se ha pasado a un fin de semana completo en el que propios y extraños celebraron la tradición y la cultura jiennenses.

<i>Arde el dragón rodeado de vecinos y vecinas. / Agustín Muñoz / Diario JAÉN.</i>
Arde el dragón rodeado de vecinos y vecinas. / Agustín Muñoz / Diario JAÉN.

Por fortuna, no hubo que lamentar incidentes, aunque sí algún que otro susto. La fuerza del viento avivó la candela y la virulencia del fuego se elevó a su máximo exponente. Fue tal la cosa, que incluso hubo un momento en el que las llamas se arremolinaron en torno a un gran torbellino ardiente que llevó al repullo a los asistentes. Nada que no se pudiera solucionar con un buen manguerazo de los Bomberos, que estaban preparados para intervenir ante cualquier incidente. Con el aire más calmado, refrescaron los alrededores de la lumbre para evitar un mal mayor.

Sin más, los allí presentes disfrutaron de una fría tarde de enero junto al calor de la lumbre, un buen puñado de rosetas —palomitas en jiennense— y una selección de los melenchones más tradicionales. Desde el Ayuntamiento de Jaén capital ponen el acento en el esfuerzo de todos aquellos colectivos implicados en la organización de esta edición de San Antón y agradecen su implicación tanto a la Escuela de Arte “José Nogué” como a las asociaciones vecinales, cofradías y otras organizaciones.

Jaén