Al banquillo por la muerte de uno de sus trabajadores
El peón sufrió una caída de un tractor y fue arrollado. El fiscal dice que el vehículo estaba en mal estado y culpa al patrón

Pedro Hoyo García falleció en un tajo. Este joven de 30 años y vecino de Beas de Segura se dejó la vida mientras trabajaba en una finca de su pueblo. Sufrió una caída del tractor en el que se había montado y fue arrollado por el vehículo. Murió muy poco tiempo después. Al volante estaba su propio padre, que nada pudo hacer por evitar el atropello ni por salvarlo. Pedro Hoyo García se había casado tan solo tres días antes. Ahora, casi dos años después del trágico accidente, el patrón se sienta en el banquillo de los acusados para responder como presunto autor de un delito contra los derechos de los trabajadores y otro de homicidio imprudente. Asegura la Fiscalía que no adoptó las medidas de seguridad necesarias, ya que el tractor se encontraba en “mal estado de conservación”. Se enfrenta a una petición de un año y medio de cárcel. El empresario ya alcanzó un acuerdo extrajudicial con los familiares del fallecido para el pago de la correspondiente indemnización.
Los hechos ocurrieron sobre las diez y media de la mañana del 24 de octubre de 2016, en un camino rural agrícola que da acceso a la finca “Guadahornillos”, en Beas. Pedro y su padre estaban trabajando en las labores previas a la recogida de la aceituna. Ambos habían sido contratados por Luis A. S. M., el acusado.
En un momento dado, los dos peones se montaron en el tractor. Iban a acercarse hasta una nave cercana para recoger unas herramientas. El progenitor estaba a los mandos, mientras que Pedro se sitúo en un estribo exterior, situado en la parte izquierda de la cabina y agarrado con las manos. En un momento dado, y con el tractor ya en marcha, esa plataforma se desprendió y el trabajador cayó al suelo. Fue atropellado y sufrió lesiones gravísimas. El 112 llegó a movilizar el helicóptero de Urgencias, que aterrizó en el aeródromo del Cornicabral, muy cercano al lugar en el que se produjo el fatal siniestro. El operario herido llegó, incluso, hasta la pista de aterrizaje. Sin embargo, el aparato no llegó a despegar, pues los médicos certificaron que Pedro Hoyo ya había fallecido.
El informe posterior del Centro de Prevención de Riesgos Laborales y de la Guardia Civil puso al descubierto que ese estribo se partió “al estar soldado al tractor de forma defectuosa”: “Tenía cierta antigüedad, con falta de penetración, porosidades y defectos que mermaban sustancialmente la resistencia de la unión”, describe, literalmente, la Fiscalía en su escrito de acusación provisional. Del mismo modo, el Ministerio Público sostiene que el empresario no había facilitado al trabajador formación en materia de prevención de riesgos laborales, relativa al uso de los equipos de trabajo. Por todo ello, Luis A. S. M. está acusado de un delito contras los derechos de los trabajadores en concurso con otro de homicidio por imprudencia. El fiscal solicita que sea condenado a un año y medio de cárcel y que, igualmente, sea inhabilitado durante 18 meses para ejercer el cargo de gerente de empresas dedicadas al cultivo del olivo. En principio, la defensa solicita la libre absolución del procesado. El juicio está previsto para la próxima semana en el Penal número 3 de Jaén.