Agustín González: “Los concejales de Jaén Merece Más han traicionado a la ciudad”

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Esta noche, con la Catedral de Jaén como escenario, despedirá 2024 como alcalde de la capital y, en el primer día laborable de 2025, se verá obligado a soltar el bastón de mando. Agustín González Romo (Sevilla, 1974), salvo imprevisto de última hora, estrenará año en la oposición después de un año y medio en el que tiene la sensación de haber hecho todo lo que estuvo en su mano para poner los cimientos de la transformación de su ciudad. Su talante es de mano tendida y su talento, el de un jiennense más que se siente decepcionado con la moción de censura del Partido Socialista y Jaén Merece Más.

—¿Es más triste esta Navidad para Agustín González?

—No es la que esperaba, sobre todo porque ha sido muy rápido y en un momento feo. Sin embargo, hay que ser pragmáticos, salir de esta burbuja y saber separar lo personal de lo profesional.

—¿Cómo se enteró?

—Más tarde que vosotros, los periodistas. El viernes, a las nueve de la mañana —13 de diciembre—, visitó el consejero de Justicia la ciudad para firmar un convenio de digitalización y, precisamente, era competencia de Luis García Millán, concejal de Jaén Merece Más. A las ocho y media me comunicó su ausencia y me extrañó. Lo llamé y no me contestó. Más tarde me comunicaron que una concejala nuestra tenía una captura de pantalla de María Espejo en la que desvelaba una moción de censura ya cerrada. Seguí con mi trabajo y cuando terminé la rueda de prensa, me preguntaron si sabía algo de la moción de censura. Así me enteré.

—Su primera teniente de alcalde, María Espejo, tenía comportamientos que le invitaban a pensar que algo pasaba...

—Llevábamos un año y medio con la espada de Damocles, porque hasta en la rueda de prensa en la que anunciamos las 101 medidas el presidente de Jaén Merece Más habló de una posible ruptura. He visto tiranteces lógicas y demasiadas exigencias, pero no me esperaba esto ahora, porque no procede ni por el tiempo ni por las formas. Lo mínimo es quedar conmigo, decirme el porqué, ver si tiene solución y, a partir de ahí, si no la hay, romper.

—¿No lo han hecho?

—No. Sólo hubo una llamada el día que iba a presentar la Carrera de San Antón para anunciarme la presentación de la moción de censura. Le pregunté que qué había pasado y la respuesta fue: mucho. Le dije que estaba a su disposición, y hasta hoy.

—¿Se siente traicionado?

—Siento que la traición es a los propios jiennenses, porque no son los tiempos ni las formas ni está justificada la moción de censura. Al principio dijeron que la Junta de Andalucía no había cumplido, después que habían llegado a un acuerdo muy bueno para Jaén y, ahora, presentan un pacto con catorce puntos que, en realidad, son doce y, además, con las firmas tapadas. Con nosotros hizo falta hasta un notario.

—¿Qué consecuencias cree que puede tener para Jaén?

—A mí me preocupan los proyectos municipales. Primero, supondrá una ralentización de todo lo que se está haciendo. Segundo, un proyecto transformador de ciudad que, además, estaba acordado por dos partidos... Yo me sentía muy orgulloso de este equipo de Gobierno porque, con nuestras diferencias, recorríamos juntos el camino y se estaban haciendo cosas que no se habían hecho en veintinueve años con el Plan General de Ordenación Urbana, en ocho años con el presupuesto y, además, proyectos transformadores de ciudad con fondos europeos que estaban consensuados.

—¿Esto habría pasado con Manuel Carlos Vallejo?

—Yo creo que no. Habría que preguntarse por qué se fue.

—Usted sabía con quién pactaba al principio de la legislatura. ¿Por qué le sorprende tanto una maniobra que entraba en el guion inicial? —Si Jaén Merece Más es un partido que lucha por Jaén no sé por qué pacta algo que está en contra de la ciudad. Lo que han hecho ha sido acordar algo a favor de unos intereses personales tanto por su parte como por parte del Partido Socialista.

—Los dos partidos justifican la moción de censura en el ninguneo del Partido Popular a la capital. ¿Cómo se defiende?

—No tengo que defenderme. Ahí está la hemeroteca y los hechos. Hemos trabajado como un equipo, siempre he hablado de catorce y en las reuniones importantes hemos contado con ellos. Por ejemplo, cuando subimos a hablar con la ministra María Jesús Montero, que al final nos atendió la directora general, la competencia era de Hacienda y, sin embargo, nos acompañó el primer teniente de alcalde. Cuando fuimos a hablar con Adif para el tema del AVE y la intermodal, subió Luis García Millán. Siempre han estado ahí. Si se ha producido alguna tirantez personal, ¿de verdad anteponen eso a un proyecto transformador?

—¿La Junta de Andalucía ha arrimado el hombro lo suficiente para mantener el pacto?

—Es difícil satisfacer a alguien que nunca va a estar satisfecho. Es muy complicado. Sin embargo, la Junta de Andalucía ha arrimado el hombro, aunque siempre puede cumplir más y, desde luego, yo voy a exigir más, pero siendo justo. Su apuesta por los proyectos de ciudad que eran promesas de tantos años se está cumpliendo y lo veremos en 2025, por ejemplo, con el tranvía, con el Conservatorio de Música y con iniciativas como el Distribuidor Norte y otras muchas más. El presupuesto ha aumentado un quince por ciento y, además, en inversión por habitantes somos los segundos de Andalucía y con un incremento del nueve por ciento. Ahora no veo tantas exigencias en el acuerdo con el Partido Socialista. Por cierto, hay un punto que me llama la atención: la confinanciación de los fondos Edil, que estaba comprometida y presupuestada. Esto es el truco de tocomocho y la víctima es Jaén, desgraciadamente, y los jiennenses.

—¿Qué puede haber detrás?

—Eso habría que preguntárselo a ellos. Desde luego los intereses ciudadanos, no.

—¿Quizás faltó un proyecto transformador de la Junta?

—Todos los proyectos eran transformadores, porque he dicho algunos, pero he dejado otros como la Ciudad de la Justicia, cuyas obras estarán adjudicadas en 2025 después de tantos años de bloqueo. El cumplimiento de las 101 medidas supera el 70 por ciento y las vamos a desgranar para que se sepa la verdad. Pongo el ejemplo del PGOUM (Plan General de Ordenación Urbana Municipal), que era una de mis apuestas y que llevaba 29 años parado. Si yo contrato una casa y me dice el arquitecto que estará en dos años, primero tendrá que empezar por el proyecto, luego la excavación, después los pilares y, así, sucesivamente. Lo que no puedo es decirle, al primer mes, que no está cumpliendo porque lo único que ha hecho son los planos. Lo mismo pasa con el planeamiento urbanístico, que se adjudicó antes del tiempo que habíamos previsto, ya está la primera fase de diagnóstico, nos hemos reunido con colectivos y colegios profesionales, en marzo teníamos previsto presentar el avance y, en resumen, se está cumpliendo al cien por cien, no al setenta y ciento, como dice Jaén Merece Más. Por fin tenemos un borrador de presupuestos, que lo hemos dejado encima de la mesa para que se apruebe... Es que no encuentro justificación alguna para esta moción de censura.

—¿Se ha sentido solo?

—Por suerte he tenido un equipo de Gobierno y un partido detrás.

—¿Rentan los malos ratos a alguien que, laboralmente, tiene la vida resuelta?

—Estos días estoy recibiendo muchas muestras de cariño, lo que demuestra que, cuando uno hace las cosas con honestidad y dando todo lo que tiene dentro, se tiene que sentir orgulloso y en este sentido, rentan. Me siento como Schindler en el final de la película de “La Lista de Schindler”, cuando baja las escaleras y dice “Uno más”. Podré haberme equivocado, pero he dado el cien por cien y me voy como alcalde con la conciencia tranquila.

—¿Entenderán los jiennenses este vaivén de Jaén Merece Más? ¿Ha hecho el Partido Socialista lo que tenía que hacer?

—Tampoco sé si era obligación del Partido Socialista, muchas veces asumimos que todo vale en política y yo creo, en este sentido, que aceptar una moción de censura no es de primero de democracia, como dijo Francisco Reyes, sino de primero de perversión de la democracia. Estamos hablando de la compra de una Alcaldía, de regalarla, incluso, a precio de saldo, algo que no se hacía desde el siglo XIX con el conde de Romanones. Es que subí a Madrid hace un año para pedir una refinanciación de la deuda haciendo nuestros deberes, con un plan de contención y no sólo pidiendo ayuda y, sin embargo, la respuesta fue no.

—¿Tuvo respuesta?

—Hubo respuesta de la directora general que, como curiosidad, fue compañera mía en otros tiempos y su planteamiento fue que, como en veinte años el Ayuntamiento de Jaén no había hecho nada, se acabó, lentejas, la famosa frase que no dije yo. Nos pidió un Expediente de Regulación de Empleo o el incremento de la recaudación mediante la subida de impuestos. Ahora nos encontramos que la propia ministra sí se sienta en la mesa con el Partido Socialista porque el alcalde es del Partido Popular, cuando los jiennenses siguen siendo los mismos. Eso se llama comprar una Alcaldía.

—El PSOE ganó las elecciones.

—Sí, pero la mayoría son catorce concejales. Es lo mismo que ocurre con Pedro Sánchez en España.

—¿Qué pronóstico tiene usted para Jaén Merece Más?

—Prefiero dejar lo personal o partidista de lado. Yo pronostico para Jaén un futuro incierto. Teníamos un proyecto transformador y de revitalización del casco histórico con los fondos Edil preparados, con 15 millones de euros y con algún proyecto más para llegar a los 23 por si había algún remanente. Teníamos también resuelto el problema de la accesibilidad, el 1.200 aniversario de la capitalidad... Y, lo más importante, empezábamos a sacar el orgullo de ser jiennense que tanto he reivindicado.

—¿De qué se siente más orgulloso como alcalde?

—De haber convencido a mi equipo de Gobierno de que pensar en grande podía hacer una ciudad más grande y, después, de haberlo conseguido con el resto de los jiennenses. Hacía años que no se mantenía la población, que no se reducía el paro, que no había tantos turistas... Algo está cambiado Jaén.

—Esta moción de censura rompe la hegemonía del Partido Popular en las ocho capitales andaluzas. ¿Siente que ha defraudado a su partido?

—Yo he recibido muchas muestras de cariño, hasta el alcalde de Murcia, José Ballesta, me llamó, porque él pasó una situación similar y, después, ganó las elecciones con mayoría absoluta.

—¿Se presentará en las próximas elecciones, como hizo el alcalde de Murcia?

—No haré un Paco de la Torre, pero sí un Pepe Ballesta.

—¿Cumplirá la Junta de Andalucía con sus compromisos?

—Eso no se puede poner en duda, porque la Junta de Andalucía está comprometida con Jaén, independientemente de quién sea el alcalde. A mí lo que me preocupa es si el equipo de Gobierno que entrará el jueves va a cumplir con los proyectos que ya están ahí.

—¿Qué pasará con los proyectos que llevan su sello?

—Hay dos proyectos de los que nos sentíamos muy orgullosos. Uno tiene que ver con la construcción de un centro de ocio en la Estación de Autobuses como un polo vertebrador de economía y de entretenimiento para los más jóvenes, con hotel y aparcamiento subterráneo. Es necesario y, además, revitalizará el comercio local, además de hacer más amable la Avenida de Madrid y reformar el Parque de la Concordia, la peatonalización de la calle Virgen de la Capilla y la remodelación de la Plaza de la Constitución. El otro gran proyecto es El Banco, que nunca han entendido en Jaén Merece Más, y es una iniciativa que se puede quedar en nada o puede ser todo para esta ciudad. Desde que me eligieron candidato para la Alcaldía por el Partido Popular he trabajado por encontrar un nicho de mercado de la economía y del empleo, que ya no está en la industria, sino en la tecnología, de tal forma que encontramos en el entretenimiento el futuro, porque el sector de la animación toca todas las áreas, desde la sanidad hasta el cine, la música, el urbanismo... Espero que el Ayuntamiento, con la apuesta firme de la Junta de Andalucía, continúe con El Banco. El problema es que, si no se trabaja, será otra oportunidad perdida, un mal que ha acechado durante tantos años a Jaén.

—¿Corre peligro el tranvía?

—No. Está en marcha, en periodo de pruebas y después del verano nos podremos montar todos.

—¿Tiró la toalla o todavía tiene esperanzas de que no prospere la moción de censura?

—Yo tengo la mano tendida y, como buen deportista, sé que hasta el último minuto siempre es posible darle la vuelta al partido. Lo que sí es cierto es que los que han traicionado a Jaén son los concejales de Jaén Merece Más.

—¿Tiene el cuerpo hecho a trabajar en la oposición?

—Va a ser un escenario nuevo para mí, pero soy hombre de retos y el objetivo es trabajar por los jiennenses. Hay que ser pragmático.

—Hay quienes le ven pronto en Sevilla, con un nuevo cargo...

—Hasta aquel viernes me veía como el Paco de la Torre de Jaén...

—¿Ha pensado, en algún momento, en abandonar la política?

—No he sido padre, desgraciadamente, en este año y medio. Mis hijas, intentando sacarme una sonrisa, me preguntaron: ¿Vuelves a ser papá? (se emociona). Ahora mismo quiero seguir trabajando por los jiennenses.

—¿Qué le pide a 2025?

—Pido lo mejor para Jaén y que los jiennenses recuperen el orgullo de la capitalidad, porque tenemos más de cinco mil años de historia.