Aceite gourmet a cualquier hora, desde la calle Maestra
Una máquina expendedora suministra oro líquido y productos de la tierra

La provincia continúa consolidándose como referente en la innovación agroalimentaria con un nuevo hito en la promoción de su producto más emblemático: el aceite de oliva virgen extra. En pleno casco histórico de la capital, concretamente en la calle Maestra, se instaló la primera máquina expendedora de AOVE gourmet, una iniciativa pionera que une tradición, modernidad y compromiso social, informa José García Armijo. La idea parte de Gloria Romero Anastasia, una mujer valdepeñera con una profunda vinculación al territorio. Maestra durante 33 años y actual presidenta de una fundación solidaria, supo canalizar su amor por la tierra y por las personas en un proyecto que va mucho más allá de la simple venta de aceite. Su motivación nace del deseo de acercar un producto de altísima calidad al público general, de forma sencilla, cómoda y sin horarios. “Soy una persona muy ocupada y pensé que sería una magnífica idea ofrecer un aceite de alta calidad en distintos formatos accesibles las 24 horas”, explica Romero, quien decidió apostar por un sistema de distribución automatizado frente a una tienda convencional.
La propuesta no solo ofrece comodidad. También representa una forma directa de apoyar al agricultor local, eliminando intermediarios y asegurando que los beneficios repercutan en quienes realmente trabajan la tierra. El aceite que se comercializa en esta máquina procede de olivos situados a 1.300 metros de altitud en zonas montañosas, lo que garantiza una recolección cuidada y un proceso de producción que respeta al máximo las propiedades naturales del producto. Se trata, por tanto, de un AOVE exclusivo, con un perfil que es muy valorado por los consumidores más exigentes. Pero el proyecto no se queda ahí. Desde sus inicios, ha tenido un marcado carácter solidario. Parte de los ingresos generados se destinan a iniciativas en África impulsadas por su fundación, lo que otorga a esta acción comercial una dimensión ética que trasciende lo puramente económico. En este sentido, el eslogan que acompaña la máquina “Dime que me quieres con aceite de oliva” cobra todo su sentido. Lo eligió inspirándose en una vivencia personal con un niño saharaui acogido en su hogar. “Dime que me quieres con aceite de oliva” no es solo una frase entrañable; es una declaración de intenciones que fusiona afecto, identidad y responsabilidad social.
La instalación también persigue un objetivo más amplio: reactivar la economía de los pueblos y luchar contra la despoblación. Considera que este tipo de proyectos son clave para demostrar que es posible generar riqueza desde el entorno rural sin necesidad de marcharse. “Hay que sentirse orgullosos de Jaén y de sus productos únicos”, subraya. “Tenemos recursos capaces de sustentar a nuestras comunidades si los valoramos como se merecen”. Esta máquina expendedora no solo es un ejemplo de innovación comercial, sino también un símbolo del compromiso con el desarrollo sostenible, la economía local y la justicia social. Con ella, Romero abrió una nueva vía para revalorizar el patrimonio agroalimentario de la provincia, al tiempo que demuestra que el progreso también puede tener un rostro humano y cultural.