79 años de vida en la era de un virus mortal

Diario JAÉN sale a la calle de una forma extraordinaria para que los lectores lo puedan leer en circunstancias jamás conocidas

01 abr 2020 / 16:20 H.
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No está el cuerpo para celebraciones y los brindis ni siquiera pueden ser al sol. Corren malos tiempos para la lírica y hasta las nubes acompañan como telón de fondo de una puesta en escena de verdadera ciencia ficción. Las vivencias de una situación excepcional, sin precedentes conocidos ni jamás soñados, lleva a quienes utilizan la pluma como arma a reinventarse para acercar a los lectores la foto fija de la provincia cada veinticuatro horas, lo mismo que esos partes de “guerra” que cada día llegan en forma de comunicado con las frías estadísticas del coronavirus. La Redacción de un periódico es algo parecido a un órgano vital, una mezcla entre corazón y cerebro que unas veces roza el caos y pocas el orden para producir información de calidad y destilar cada palabra y cada imagen en un producto de papel que dura un poquito más que un suspiro. Diario JAÉN cumple hoy 79 años de historia entre el silencio de una Redacción vacía y el ruido de una sociedad que necesita información, llamadas a la responsabilidad y entretenimiento, las tres “patas” que mueven a los periodistas para responder al qué, quién, cómo, cuándo, dónde y por qué y, además, con prisas, en una era en la que la rapidez es un grado.

El coronavirus marca un punto de inflexión en una trayectoria de vértigo en el devenir de un periódico convertido en mucho más que un símbolo de Jaén. Nadie se acostumbra a los dos metros de distancia obligados en una labor que significa un reto diario, mucho menos a la que nos separa de quienes, desde sus domicilios, se suman a la imperante y necesaria moda del teletrabajo. En el polígono de Los Olivares, sede de Diario JAÉN desde 1973, se pueden contar con los dedos de las manos los trabajadores que, desde que estalló la crisis sanitaria, coordinamos el trabajo de compañeros que, por más que tengamos nuestros más y sus menos, no saben lo que los echamos de menos. Ni que decir tiene que no es lo mismo ser que estar. Aquí, desde donde escribo estas letras, hay un retén. El resto está confinado para mantener vivas la página web y las redes sociales, un canal de comunicación constante y esencial, diseñar cada página, inventar gráficos novedosos, buscar la noticia y la foto en el momento justo y oportuno y, en definitiva, preparar una edición lo más cuidada posible y en hora. Mientras el mundo se mueve entre las paredes de las casas, quienes formamos parte de esta, Diario JAÉN, estamos llamados a contar lo que ocurre fuera. La situación de excepcionalidad en la que vivimos no la tuvieron nuestros antepasados ni en los duros años del hambre, ni en la difícil etapa de la emigración, ni en la prolongada crisis del nuevo milenio. En unos días en los que escasea la libertad de movimiento, lo más impactante en nuestras vidas, estamos aquí, en la trinchera, para contarlo. Nos ha tocado vivir la experiencia, en primera persona, protegidos con guantes, mascarilla, gel para lavarnos las manos y estas pantallas faciales que impiden que el miedo frene nuestra vocación. Y los dos metros... cómo duele la distancia.

Lo que en China empezó como algo ajeno, lejano y de película se instaló en España, en Andalucía y en Jaén y, aunque resulta complicado asimilar el desastre, el remedio está en continuar el camino y hacer un periódico en unas condiciones extraordinarias y que se lee en unas circunstancias jamás conocidas. No podremos celebrar estos 79 años con los besos y abrazos que tanto valoramos ahora, pero estamos convencidos de que llegará pronto el momento de los arrumacos y de soplar las velas, como merece Diario JAÉN, el altavoz de una sociedad que en estos momentos da muestras de una solidaridad sin límites. La vida está por encima de todo justo en una efeméride que pone la cuenta atrás hacia una cifra redonda, los 80. Lo celebraremos. Seguro.

Jaén