Entre la gente, no por encima
El entonces alcalde, Miguel Sánchez de Alcázar, presidió la cita con otros ediles
He sabido estar entre la gente, no por encima de ella”. Así define Miguel Sánchez de Alcázar su etapa como alcalde de Jaén, entre los años 1999 y 2007. Ni la treintena alcanzaba cuando comenzó a desempeñar cargos de responsabilidad en el ámbito político. Ahí es nada. Y es que a este jiennense de 1956 le pasó lo que a esos hijos de torero que, llegada la edad de decidir, se sienten tan imbuidos de ambiente taurino alrededor que no conciben otro oficio que el de la espada, sí: vástago de alcalde —su homónimo padre gobernó Higuera de Calatrava varios años—, lo del bastón de mando le sentaba como anillo al dedo. Y no se resistió. También concejal, parlamentario andaluz, senador, diputado nacional y abogado, corrió una carrera de fondo que lo llevó desde la municipalidad hasta la élite de la política española, de la que se jubiló a principios de este año del mismo modo que entró en ella: sin hacer demasiado ruido.
Serio pero presto a la carcajada, exquisito en el trato, su palabra, cuando la daba, valía como antiguamente —o eso dicen algunos de los que lo conocieron mientras ocupó el despacho central del Consistorio—. Desde allí, Miguel Sánchez de Alcázar Ocaña presidió una etapa que en la capital se tradujo en proyectos y realidades con los que su currículo como regidor se salva de la quema. No es poco, desde luego. En la fotografía que ilustra este “En blanco y negro” de hoy aparece, en mangas de camisa, durante el acto de colocación de la primera piedra de los aparcamientos Goya, con su inseparable Miguel Segovia y los concejales José Alcántara y Manuel Peragón, además del socialista Manuel López en un segundo plano, entre otros.
Miembro de la directiva regional del PP, mira hacia atrás y se siente privilegiado y agradecido por la oportunidad de haber trabajado en lo que le apasiona, pero con la certeza de que no volvería a situarse en primera línea. “Hay vida tras la política”, asegura. Agradecido a “la buena gente” de Jaén y a sus propios adversarios, de los que “presume”, la lectura y, sobre todo, la familia son los principales beneficiarios de su tiempo ahora que, alejado de la vida pública, puede dedicárselo.

Católico confeso y cofrade de La Amargura, el exalcalde jiennense no faltó ni un solo año, durante su mandato, a las procesiones de Nuestro Padre Jesús —en la imagen, en la de 2000— y la patrona, la Virgen de la Capilla.

Orgulloso de su familia, se deshace en halagos hacia María Dolores, su esposa y “compañera ejemplar” —en la foto, de 2008, durante unas elecciones—. Padre de María y Miguel, su nieta María, de cinco años, es su actual pasión.

Corría 2011 cuando se tomó esta fotografía, en la Carrera de Jesús. Sánchez de Alcázar saluda a Mariano Rajoy ante la presencia del flamante secretario de Estado de Hacienda, José Enrique Fernández de Moya, y Gabino Puche.