Embajadores del mar de olivos en las grandes giras

Corría el año 1994 cuando Carlos Espinosa organizó su primer “BluesCazorla”, el emblemático festival que Riff Producciones enarbola como un estandarte de calidad que ha abierto las puertas más codiciadas a sus responsables. Muy poco después se uniría a él Chris Ortiz, la otra pieza fundamental de un mosaico de solo dos teselas que funciona a la perfección. “Fue a partir de la cuarta o quinta edición del festival cuando, con la llegada de artistas internacionales, se nos presentó la ocasión de llevarlos a actuar a otras ciudades españolas”, afirma Espinosa con palabras que alumbran la “prehistoria” de Riff Producciones.

“Empezamos a promover conciertos de forma artesanal hasta que, ya en 2006, nos metimos en otros niveles, con figuras como Mark Knopler o Depeche Mode, a los que les organizamos las giras por toda España, al igual que a Bob Dylan”. Así nació y creció su promotora de eventos musicales, un proyecto que nunca pensaron que llegaría a ser su modo de vida y que, a día de hoy, les procura momentos realmente “maravillosos”. “Ahora estamos en Canarias, con la gira de Fito y Fitipaldis, que celebran su veinte aniversario, y dentro de tres días con Joan Manuel Serrat”.

En su agenda “inminente”, las actuaciones, entre otros, del violinista Ara Makilian, el mismísimo Dylan, Dani Martín, Pablo Alborán, Vetusta Morla... Una inacabable —e inalcanzable— lista de estrellas cuyas compareciencias, memorables para muchos, deben mucho a estos dos jiennenses militantes.

Espinosa y Ortiz se codean, de tú a tú, con lo más granado de la música mundial, una realidad increíble forjada a fuerza de tesón, empeño y esfuerzo a partes iguales: “Parece un milagro”, apostilla Espinosa.

“Cordobeses del año” 2017 en la ciudad de la Mezquita —donde tienen establecida la sede de su compañía desde 2007—, Diario JAÉN también los distingue, en la presente edición de sus Jiennenses del Año, como merecedores de un reconocimiento ganado a pulso a base de buen hacer, que los ha colocado en la cumbre de la promoción musical sin olvidar sus raíces, el mar de olivos del que jamás se alejan demasiado.