Vinila Von Bismark: 'La estética es tan importante como la música'
Diana Sánchez /Jaén
Enfundada en una imagen de rocker girl sacada de los años cincuenta, la granadina Vinila Von Bismark no renunció a su propio estilo cuando dejó el grupo Krakovia para entrar a protagonizar con su voz y su interpretación la formación Lucky Dados.
Sus directos son puro espectáculo, aunque tampoco se quedan atrás con el trabajo de estudio, ya que el grupo cuenta con su primer disco creado a base de swing, rockabilly, calypso y puro rock and roll, The Secret Carnival. La llamativa rubia y sus compañeros subirán este sábado al escenario de El Auditorio de La Alameda para poner el punto final a la vigésimo segunda edición de los ciclos de conciertos de rock.
—¿Qué tienen preparado para el espectáculo del sábado en Jaén?
—Vamos a presentar nuestro nuevo disco. Es la primera vez que actuamos en esta ciudad.
—¿Qué supone este cambio en su carrera profesional con la edición de The Secret Carnival?
—Es un paso adelante bastante grande. Ya que ser una voz principal es un gran avance. Además, hacerlo con Lucky Dados con los que me complemento bastante bien, y con los que realmente me siento identificada. Es una música en la que hay varios estilos, el rock and roll, el rockabilly, el calypso. Son canciones que acompañan a la estética de Vinila.
—¿Cuánto hay de real en ese personaje al que representa, dentro de su estética?
—En ese personaje soy yo. Realmente Vinila es así todos los días, cuando baja a comprar el pan o a pasear a los perros. Soy siempre así, aunque luego quizá sobre el escenario interprete un poco más, y crezca algo más el personaje.
—En cualquier caso, esa estética cuenta con un peso importante dentro del grupo.
—Por supuesto, pienso que una banda tiene que tener el cincuenta-cincuenta. Debe contar con buena música y a la vez tener una buena estética. Y tanto en Lucky Dados como en mi es algo que congenia muy bien. Todos llevamos un estilo muy acorde con nuestra música.
—¿Cómo fueron sus comienzos en el mundo de la música y cómo ha sido su evolución?
—Desde muy pequeña llevo en los escenarios, en concreto desde los seis años. Fui competidora de aerobic. Mi madre viene del mundo del aerobic, mi padre del mundo del culturismo, pero dentro de las competiciones, por lo que siempre estuve en contacto con el escenario. De ahí pasé a tener mi grupo de espectáculos y performance bastante transgresor en Granada, una ciudad que se me quedó pequeña y sentí la necesidad de ir a Madrid y crecer más como artista y trabajar para lo que quería.
—¿Hasta qué punto es necesario ser transgresor en la música?
—Siempre es necesario pensar “voy a llamar la atención”. Dar a la gente algo más de lo que ya hay. Es cierto que hay modas que van y vienen; por ejemplo, hacemos música retro de los años 50, pero le damos nuestro toque actual.
—A pesar de que está en una nueva etapa, ¿tiene en mente futuros proyectos?
—Ahora mismo no me gusta pensar en el futuro, prefiero centrarme en el mañana y nada más. Creo que es hasta malo. Ahora quiero disfrutar de este disco y cuando lo hayamos disfrutado pensaremos en el futuro.