Villacarrillo.-Dos meses sin Tidiany Coulibaly

José Herreros/Juan Rafael Hinojosa /Villacarrillo/Jaén
La desaparición del joven de Malí Tidiany Coulibaly cumple hoy dos meses. Desde entonces no han parado las pesquisas y gestiones para localizar al joven temporero, visto por última vez en Villacarrillo. Las Fuerzas de Seguridad carecen aún de claves para saber cuál es el paradero del varón subsahariano. Los villacarrillenses, dos meses después del 17 de diciembre, fecha en la que se perdió la pista de Tidiany Coulibaly, aún se preguntan qué pasó con él.

    17 feb 2014 / 12:31 H.

    Es normal que los vecinos del municipio de Las Villas quieran conocer que pasó realmente. Sin embargo, a estas alturas se vive la situación con calma y la incertidumbre de ignora aún el desenlace.
    Lo cierto es que el suceso —que removió no solo Villacarrillo, sino toda la comarca— da lugar a variopintas y extremas hipótesis sobre lo que pudo ocurrir aquel día. Sin embargo, el “trending topic” de corrillos y barras de bar poco a poco ha sido sustituido por otros asuntos como la preocupación por el parón en la recogida de la aceituna o la pérdida de trabajadores en los tajos, que se marchan a otras campañas, entre ellas la de la fresa.
    No se trata de pasotismo ni de desentendimiento del asunto, sino más bien en una paciente espera en la confianza de que las autoridades pronto podrán mostrar el fruto de tanto trabajo a la hora de buscar al inmigrante. Lo peor de todo este asunto para los vecinos de Villacarrillo es, sin duda, que una persona continúa aun hoy desaparecida.
    Fuentes de la Comandancia de la Guardia Civil de Jaén explican que no existe novedad alguna en relación con el caso, pero que continúa el proceso de investigación y de búsqueda para localizar a Coulibaly. Eso sí, con el paso de los días y de las semanas se ha abierto el radio de acción de las tareas, primero centradas en el entorno en el que se vio por última vez al malí, después en el término de Villacarrillo, luego en la comarca, la provincia y la región actualmente en todo el territorio español. El hallazgo de nuevas pistas permitiría reactivar y orientar las indagaciones.
    Por su parte, el alcalde villacarrillense, el popular Julián Gilabert, subraya la “tranquilidad” que reina en el municipio. En este sentido, explica que en cuanto haya alguna novedad sobre la búsqueda esta se conocerá. Gilabert manifiesta que hay mucha gente desaparecida en España, pero admite que se trata de un caso “más sensacionalista” al tratarse de un inmigrante.


    El municipio se ha sobrepuesto a la complicada situación que se vivió cuando la población de subsaharianos, cuando, el 6 de enero, una manifestación para pedir más implicación en la búsqueda, con la presencia en las calles de cientos de estas personas, se descontroló de tal manera que muchos ciudadanos se sintieron desprotegidos y atacados con una serie de afirmaciones que para nada se corresponden es la característica de todo un pueblo. En este sentido, molestó que se llamara asesinos y racistas a los villacarrillenses. Además, se produjeron destrozos a pesar de que en muchos casos eran propiedades privadas y no se trataba solo mobiliario urbano. Dolió el insulto y la agresión a quienes en los últimos años se esforzaron por dar todo lo que han podido a los inmigrantes que llegan cada campaña de recolección de aceituna en busca de trabajo.
    Una concentración posterior quiso reclamar protección, aunque unos pocos se encargaron de que se diera una imagen distorsionada de Villacarrillo. Todo aquello puso en el punto de mira de los medios de comunicación nacionales una población que poco a poco ha llegado a la normalidad habitual en la época invernal. Con el transcurso de las jornadas, el interés por la desaparición se diluye, ante la ausencia de novedades en torno a la misteriosa desaparición.