Valverde del Camino da una alegría al juez Garzón

R. Abolafia / Jaén
Baltasar Garzón ya es Hijo Adoptivo de Valverde del Camino. El magistrado jiennense recogió el título en la noche del pasado jueves en un acto en el que se mostró visiblemente emocionado por el homenaje que le rindieron los vecinos de este pueblo onubense, donde ejerció como juez por primera vez hace ahora 30 años.

    11 sep 2010 / 11:12 H.

    El teatro municipal de Valverde del Camino acogió la ceremonia de entrega de Distinciones y Honores a entidades de la ciudad, donde se hizo entrega de la distinción a Garzón. Fue el momento más esperado de la noche. Ante un aforo repleto y expectante, el alcalde de Valverde del Camino, Miguel Ángel Domínguez (PSOE), entregó en mano al juez Baltasar Garzón el título de Hijo Adoptivo de la ciudad, concedido en acuerdo plenario el pasado 17 de mayo.
    Emocionado y entre aplausos, Garzón recordó que en ese municipio empezó su carrera de juez hace 30 años, y subrayó: “Recibir este título es todo un orgullo y honor”. Asimismo, destacó el hecho de estar viviendo en la actualidad “una situación complicada”: “Este reconocimiento reafirma que Valverde del Camino siempre estuvo, está y estará conmigo, como yo siempre estaré al lado de este pueblo. Quiero agradecerle al municipio la valentía que ha mostrado en acogerme como hijo suyo, sobre todo en estos momentos cuando mis amigos y familiares están sufriendo algo que no se merecen”, añadió. En este sentido, y durante una previa comparecencia ante los numerosos medios de comunicación que acudieron el jueves hasta Valverde, Garzón aseguró no haber recibido “ni un céntimo más” por parte de la Universidad de Nueva York al margen de las “cantidades pactadas” en cuanto a unos cursos impartidos en dicha institución estadounidense. No obstante, y al haber ordenado el Tribunal Supremo (TS) que la Policía Judicial de la Guardia Civil investigue sus ingresos entre el 1 de marzo de 2005 y el 30 de julio de 2006, Garzón anunció que él mismo reclamará “declarar” ante el magistrado Manuel Marchena al objeto de aclarar todos los aspectos “lo más rápido posible”.
    Sin nombrar este asunto sobre el estrado, Garzón echó mano a una anécdota donde aglutinar su honestidad y honradez. “Planté en casa de mis padres un pino de Valverde. Después de 30 años, este pino sigue teniendo unas raíces fuertes, gracias a sus profundas convicciones”.
    Por su parte, el alcalde resaltó que para Valverde “es un privilegio” ser el pueblo en el que Baltasar Garzón inició su carrera profesional. “Aquí dictó su primera sentencia y, con ella, la posibilidad de impartir justicia ante cada causa que llegaba a su mesa, algo que ya no ha dejado de hacer en todos estos años”, explicó. Y concluyó: “Baltasar Garzón estuvo tan sólo unos meses con nosotros en los juzgados valverdeños, pero no ha dejado de estar ya nunca como amigo. Aquí se hizo ‘piltrafa’, que es una manera muy especial de vivir el valverdeñismo. Este pueblo lo ha nombrado Hijo Adoptivo y ha sabido elegir el momento para hacerlo”.