Igor Antón se exhibe y gana en la pared de Valdepeñas
GILBERTO MORENO / VALDEPEÑAS
Igor Antón, corredor del Euskaltel Euskadi, se exhibió en la pared instalada en la línea de meta de Valdepeñas y ganó la cuarta etapa de la Vuelta a España. La etapa no decepcionó a nadie y fue un espectáculo en la recta final. Los ciclistas participantes tardarán en olvidar la dureza del último kilómetro.
GILBERTO MORENO / VALDEPEÑASIgor Antón, corredor del Euskaltel Euskadi, se exhibió en la pared instalada en la línea de meta de Valdepeñas y ganó la cuarta etapa de la Vuelta a España. La etapa no decepcionó a nadie y fue un espectáculo en la recta final. Los ciclistas participantes tardarán en olvidar la dureza del último kilómetro.
La jornada no defraudó a nadie. Fue un espectáculo en toda la extensión de la palabra y respondió al guión previsto. La ascensión a La Pandera se sustituyó en esta ocasión por una llegada en el pleno corazón de Valdepeñas, en la zona de las Eras del Chaparral. El último kilómetro fue infernal, inhumano para los corredores, ya que se alcanzó un desnivel de hasta un veintisiete por ciento. No es una afirmación gratuita, porque lo comprobaron antes los ex ciclistas Juan Fernández y Anselmo Fuerte, ahora comentaristas de la cadena Cope y la Ser, respectivamente. En los mil metros decisivos de la cuarta etapa de la Vuelta a España surgió la figura de Igor Antón, que comparte los galones de jefe de filas del Euskaltel-Euskadi con Samuel Sánchez. El ganador supo esperar el momento justo, sacó partido de la táctica empleada por el Caisse D’Epargne— la próxima temporada se denominará Movistar—, que situó a cinco corredores en los primeros puestos, y se presentó destacado en la pared valdepeñera, asfaltada para el final de la etapa. Los favoritos estuvieron en la lucha final. Joaquín “Purito” Rodríguez prometió espectáculo. El catalán cumplió su palabra, pero no tuvo en cuenta el buen momento de sus rivales. Ninguno falló. Vincenzo Nibali lideró al Liquigas y llegó segundo en el municipio jiennense, seguido del eslovaco Peter Velits (Columbia) y de Rodríguez. El belga Philippe Gilbert (Omega) se infiltró en cabeza a la hora de ascender a Valdepeñas, pero en esta ocasión no ganó la batalla, como sucedió el lunes en Málaga. Concluyó quinto a cinco segundos, por lo que mantuvo el liderato. Ezequiel Mosquera y Rubén Plaza cruzaron a doce segundos y David Arroyo, Frank Schleck y Denis Menchov aguantaron el tipo a diecinueve. Carlos Sastre, que tuvo numerosos problemas en el último puerto y en la subida final perdió 1.34 con respecto a Igor Antón. En el pelotón llegaron los dos jiennenses, Javier Moreno Bazán, que aguantó el tipo y concluyó el 34 a 1.52, y Manuel Ortega, que fue el 85 a 9.51. Moreno, al que prácticamente no se le vio en la línea de meta, es el 32 en la general, a 3.09 de Gilbert, mientras que su compañero es el 102 a 29.43.
Los héroes sin recompensa fueron el español Sergio Carrasco (Andalucía-CajaSur), el italiano Darío Cataldo (Quick Step), el francés Guillaume Bonnafond (AG2R) y el alemán Dominik Roels (Milram). Después de veinticinco kilómetros de llano, la carrera se dirigió hacia el corazón de la Sierra Sur jiennense. El Omega Pharma de Gilbert dejó soñar a los aventureros hasta que alcanzaron una diferencia máxima de seis minutos en el kilómetro 88. Cataldo puntuó en cabeza y el joven italiano, dicen que promesa del ciclismo de su país, repitió el paso al frente en el Alto de Montefrío con 4.50 de ventaja sobre el pelotón. El Alto de Valdepeñas, con la cima a menos de ocho kilómetros de meta, fue el punto de inflexión. Después de las maniobras de aproximación del Omega para acabar con la fuga, tomó el relevo en cabeza de pelotón el Katusha de “Purito” Rodríguez. Este hecho originó que se quedara en cabeza un grupo de veinticinco corredores. Ya en Valdepeñas, Igor Antón aguantó los ataques y su cambio de ritmo fue clave para ganar la etapa. Coronó la pared triunfal entre el delirio de cientos de seguidores.