Una finca de vecinos pide a Unicaja que pague los gastos de comunidad

Ernesto Angulo /Mancha Real
Una comunidad de vecinos se encuentra “en plena batalla” contra Unicaja. La entidad bancaria no abona los costes de mantenimiento de la finca en la que posee un inmueble embargado, hace tres años, a su propietario. La deuda contraída supera los dos mil euros.

Una comunidad de vecinos se encuentra “en plena batalla” contra Unicaja. La entidad bancaria no abona los costes de mantenimiento de la finca en la que posee un inmueble embargado, hace tres años, a su propietario. La deuda contraída supera los dos mil euros.
Los vecinos de la calle Galicia, números 28 y 26, reclaman a Unicaja que abone las cuotas de la comunidad que debe desde que embargó uno de los pisos existentes en los bloques. La entidad comenzó los trámites de expropiación, en diciembre de 2007, del ático derecha del número 26 por el impago de la hipoteca, que se hizo definitivo en marzo de 2008. Pero, hasta la fecha, no abona ninguna de las mensualidades de mantenimiento de la finca. “Es contradictorio que un banco embargue porque no se le paga y luego sean ellos mismos los que no pagan lo que deben”, explica un vecino.
Según detalla el administrador de la propiedad, Pedro Cobo, la deuda que presenta la entidad bancaria con la comunidad ronda los 2.500 euros desde que Unicaja empezó los trámites de embargo, lo que comprenden los años 2007, 2008 y 2009. Ante el impago de las mensualidades, desde la comunidad se le envió la comunicación del débito al banco, en septiembre de 2008. Pedro Cobo manifiesta que los argumentos que les dio el banco son que, por problemas de salud de la persona encargada de los trámites, se demoró el pago. A continuación, y ante la falta de respuestas a las llamadas telefónicas realizadas, en noviembre del año pasado se volvió a comunicar la deuda y se aportó, otra vez, toda la documentación necesaria. Pero, según explican el administrador y los residentes afectados, la caja de ahorros no les hizo llegar ninguna noticia ni pago. Así, tras la celebración de varias reuniones, aseguran que están dispuestos a tomar las medidas necesarias para recibir su dinero, ya que no entienden las razones ofrecidas por el banco, que no se encuentra al día de sus propias deudas.
Los moradores estudian medidas de presión, como denunciar la situación ante la Justicia, para intentar que Unicaja se responsabilice de sus problemas. “Se lo hemos dicho ya en muchas ocasiones y de manera verbal no estamos consiguiendo nada, por lo que nos estamos viendo abocados a tomar otras medidas si queremos que realmente el banco afronte la deuda”, comenta uno de ellos.
La comunidad está formada por dos bloques de pisos compuestos por doce viviendas, más las plazas de garaje. El inmueble, que actualmente es propiedad de Unicaja, fue embargado hace algunos años a un particular por falta de pago de su hipoteca.