Una calle para un tallista único de la Pasión jiennense
Javier Esturillo /Jaén
Sus manos han convertido la madera en arte. Es uno de los mayores exponentes vivos de la imaginería jiennense. Nacido en el barrio de San Juan hace 80 años, Vicente Castillo Gutiérrez recibe el cariño de la ciudad con la inauguración de una calle en Santa Isabel que lleva su nombre.

Sus manos han convertido la madera en arte. Es uno de los mayores exponentes vivos de la imaginería jiennense. Nacido en el barrio de San Juan hace 80 años, Vicente Castillo Gutiérrez recibe el cariño de la ciudad con la inauguración de una calle en Santa Isabel que lleva su nombre.
Conmovido y tremendamente agradecido, uno de los escultores más prestigiosos que ha dado la capital vio cumplido uno de los mayores honores que puede tener un jiennense. Arropado por familiares, amigos y vecinos de la zona, Vicente Castillo, autor de la imagen de Jesús del Perdón, no pudo contener la emoción cuando descubrió la placa en la que se puede leer su nombre. “Es un motivo de orgullo que no se puede describir con palabras. Hay mucha gente que se lo merece, pero, por desgracia, no hay calles para todos”, dijo Vicente Castillo con la humildad que caracteriza su existencia y su extensa trayectoria profesional.
Tan orgulloso o más que el propio protagonista estaba el hermano mayor de la Cofradía de Jesús del Perdón y María Santísima de la Esperanza, Rafael Mariscal, quien destacó del artista su calidad humana. No en vano, Vicente Castillo tiene, desde ayer una calle en la ciudad, gracias al esfuerzo de la populosa cofradía de la parroquia de Cristo Rey. Fue ella, en primer lugar, la que solicitó a la Corporación Municipal tan “insigne honor”. “Sentimos una alegría enorme”, dijo el responsable de la hermandad, en la que el hijo de Vicente Castillo es el capataz del paso de Jesús del Perdón.
El alcalde de Jaén, José Enrique Fernández de Moya, se sumó al homenaje con unas sentidas palabras en las que puso a Vicente Castillo como ejemplo de bondad y sacrificio. Formado en la Escuela de Artes y Oficios en la especialidad de Ebanista Artística, ha sido autor de, entre otras obras, del retablo neobarroco de la iglesia de San Juan Bautista de Mancha Real o el Santo Entierro. Vicente Castillo, que mañana se someterá a una delicada operación quirúrgica, dedicó la calle a su padre, su mentor y la persona que le transmitió la devoción por la talla. “Él era mejor que yo. Todo lo que sé se lo debo a mi padre”, recalcó antes de ofrecer el acto a su familia, amigos y a la cofradía. La calle del tallista es la antigua Onésimo Redondo.