Una abuela de solo 35 años
El nacimiento, hace unos días, de Macarena Chamorro Cantero permitió el “milagro” de que cinco generaciones por línea materna se reunieran para celebrar la Navidad, que se vivió por todo lo alto en una aldea en La Rábita, la aldea donde reside la bebé. Los datos que rodean a la pequeña dan vértigo.

Resulta que la madre, Beatriz Cantero García, tiene dieciocho años; la abuela, Beatriz García Peña —quien, por su parte, dio a luz hace solo un mes—, treinta y cinco; la bisabuela, Aurora Peña Sánchez, cincuenta y seis y la tatarabuela, Rafaela Sánchez Sánchez, ochenta y cinco. Macarena Chamorro tiene otros dos tatarabuelos, dos conocidos vecinos de la pedanía de Santa Ana, Saturnino García Serrano y Gertrudis López Alba.
Uno de los bisabuelos maternos, Blas García López, reflexiona sobre cómo lo asimiló. “En un primer momento, cuando te comunican que, en meses, ascenderás de grado en la escala familiar te preocupa la edad de los padres, son muy jóvenes, pues lo normal ahora es tener los hijos más tarde, además la situación económica no está muy buena. A lo largo del embarazo uno se va haciendo a la idea y cuando nace y tiene uno a la bisnieta en los brazos se olvidan todas las preocupaciones, ya todo se centra en verla crecer”, explica. García, ahora con cincuenta y siete años, no puede ocultar su alegría: “Espero que nos haga ella tatarabuelos, que por edad podemos serlo”.
El caso de Macarena Chamorro es casi excepcional en la actualidad, ya que la evolución demográfica tiende a que la maternidad se retrase, a menudo hasta los cuarenta años. Por otro lado, antes, las diferencias entre generaciones resultaba menor. Sin embargo, la esperanza de vida era muy inferior a la presente, por lo que se reducía sobremanera la posibilidad de que un niño llegara a coincidir con su tatarabuelo. Por lo que respecta a Macarena Chamorro, es el foco de atención de decenas de personas que son sus parientes en las distintas líneas familiares, con numerosos tíos y varios abuelos y bisabuelos. Todos están volcados con ella. Tras la cena de Nochebuena en La Rábita, fue el centro de una comida navideña en Alcalá.